¿Felicidad? :)

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Ayer mi hermana me grito muy feo, nunca la había visto tan enojada, tan triste, jamás la había visto de esa manera desde que mi padre murió, ¿quien tuvo la culpa?, yo, siempre meto la pata.

¿No me podría pasar algo bueno el día de hoy?, ¿ser una mañana tranquila?, ¿acaso no puedo tener una vida normal de adolescente?.

Narra Christian:

Cerré mi cuaderno de notas, el profesor me había llamado la atención por no estar atento a sus clases, aparte de tener una aburrida mañana de clases tengo que escuchar al viejo profesor de algebra.

-Joven Christian, preste atención esta es la quinta vez que le llamó la atención-asentí con mi cabeza, puse mi mejor cara de que estoy prestando atención.

Cuando estaba apunto de quedarme dormido con los ojos abiertos llamaron a la puerta, pasaron dos chicos,toda el aula se quedo en silencio, uno tenía el cabello rubio con mechas rojas y el otro el cabello negro con rulos, juraría que me la pasaria biendole su cabeza por horas imaginando una constelación, suena raro, no lo niego.

-tu sientate al lado del joven que esta solo en esa esquina-me sañaló, toda la clase empezo a reírse, juraría que casi doy un salto de la emoción, haré un nuevo amigo, se sentó a mi lado y el rubio adelante mío, al menos algo bueno está pasando este día.

-hola-di un salto, no había imaginado que fuera tan pronto-oh lo siento no pretendía asustarte-poso su mano en mi espalda.

-n-no hay problema-trate de sonreír pero lo único que conseguí fue hacer una mueca.

-James no lo molestes-dijo el rubio-soy Sebastian, el chico de aquí es mi hermano, si te molesta solo dime y le daré su merecido.

-oh...Sebastian, ¿por que eres tan frío?, no ves la ternurita que tenemos aquí-me abrazo, sentí cosquillas en mi estómago, sentía como mi cuerpo se calentaba, los alrededores empezaban a tomar colores mas claros, ya no eran grises, mis mejillas se levantaron y un leve sonrojo se apodero de ellas.

Sebastian, ¿por que eres tan frío?, no ves la ternurita que tenemos aquí-me abrazo, sentí cosquillas en mi estómago, sentía como mi cuerpo se calentaba, los alrededores empezaban a tomar colores mas claros, ya no eran grises, mis mejillas se levan...

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recuerda: no estas solo, siempre habrán personas que alegren tus días.  

Diario de un adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora