Into Your World (SeXing) TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL

Dieciocho

Habían pasado dos meses desde que Sehun había sido desterrado a la Tierra. Dos meses de miseria, de intimidación, de no querer más que matarse. Sehun no tenía la fuerza ni la fuerza de voluntad para enfrentarse a Jongin, que le acosaba sin cesar día tras día; Simplemente ya no le importaba nada.

Lo único que impedía que Sehun acabara con él -de huir de su desesperación- era esta pregunta: ¿a dónde iré? Sehun sabía que no iría al Cielo; No lo merecía, no había hecho nada bueno, ni puro ni santo. Y aunque lo hiciera de alguna manera, sabía que sería tratado más o menos de la misma manera en que lo trataban aquí en la Tierra: excluido, solicitado sólo para ser abusado verbalmente... odiado.

Pero su otra opción no fue mejor. Ir al infierno significaría tener que ver a Kai nuevamente, tener que lidiar con su insoportable burla ("Me echabas tanto de menos que solo pudiste estar dos meses separado, ¿eh, Sehunnie?"), Que era incluso peor que la difamación que tenía que soportar de Jongin y su pequeña pandilla aquí en la Tierra.
Así que Sehun agachó la cabeza y siguió adelante, haciendo todo lo posible para dejar que los insultos y las burlas rebotaran en él. A veces, cuando se encontraba en una gran cantidad de dolor, pensaba en Yixing, en su sonrisa y risa, y el dolor parecía disminuir un poco.

Era Yixing en quien Sehun pensaba ahora, mientras caminaba a su apartamento desde la escuela después de otro largo día lleno de insultos. Estaba recordando una época en que él y Yixing habían intentado hacerse mimos, y accidentalmente le había hecho cosquillas a Yixing, quien entonces lo había empujado de la cama. Sehun rió entre dientes, sus ojos se encendieron con la memoria, cuando de repente...

"¡Hey, Sehunnie!"

Un brazo fue puesto alrededor de sus hombros mientras un grupo de muchachos lo rodeaban, forzándolo a dejar de caminar. Sehun tragó saliva, el sonido de la risa de Yixing se desvaneció cuando Jongin dijo en voz alta: “¿De qué te ríes, Hunnie? ¿Quieres hablar de la broma?”

Sehun no respondió. Jongin se echó a reír, apartando su brazo de los hombros de Sehun.

"Olvidalo entonces. Lo que realmente quería era ir a tu casa hoy. ¿Puedes mostrarnos el camino?”

Sehun sintió una punzada de horror. Sabía que Jongin había estado tratando de averiguar más sobre él desde su primer día en la escuela, y si regresaba a casa con él a un apartamento obviamente sin padres...

"¡No!" Sehun estalló involuntariamente. Se mordió el labio mientras Jongin levantaba las cejas.

“¿No?” repitió él, divertido. "Eso no fue muy agradable.”

Sehun contuvo la respiración cuando Jongin escogió el elastico de su blazer escolar. “Te daré un intento más” dijo el muchacho en una voz falsamente casual que puso en marcha las campanas de advertencia en la cabeza de Sehun. "Y es mejor que no lo estropees esta vez, mientras que todavía estoy pidiendolo con amabilidad."

Jongin hizo una pausa y se encontró con los ojos de Sehun.

“Llévame a tu casa.”

Sehun sacudió la cabeza.

Jongin lo miró fijamente por un momento. Luego se dio la vuelta y dio unos pasos de distancia, diciendo a su pequeño grupo de matones: “Ya saben qué hacer.”

El círculo de muchachos se cerró. Sehun miró desesperadamente de un rostro malicioso al otro, helado e indefenso. Entonces, sin preámbulo, el más cercano a él lanzó el primer golpe.

Era como una señal para el resto. Sehun se protegió la cabeza con los brazos mientras, uno tras otro, la cuadrilla hacía sus turnos golpeándolo en todas las áreas de su cuerpo imaginables. Alguien le dio una patada en la parte de atrás de las piernas y cayó al suelo, tratando con todas sus fuerzas de no gritar mientras el bombardeo de los ataques continuaba. “¡Por favor!” gritó, con los ojos cerrados contra el dolor. "Por favor, d-detenganse!"

Estaba llorando ahora, por el dolor o por lo que no sabía; todo lo que sabía era que quería que se detuviera, quería que todo acabara; Probó el hierro en su boca y supo que era sangre...

"¡Alto!"

La orden de Jongin llegó a los oídos de Sehun como si atravesara un túnel muy largo. Abruptamente los golpes cesaron, y Sehun se encogió en una bola, temblando.

Oyó pasos acercarse, y de repente Jongin se arrodilló frente a él, su rostro flotando sobre el de Sehun. Los labios del otro muchacho se curvaron de disgusto.

"Eres patético," murmuró, su voz ronca llena de odio total. "La gente como tú realmente necesita morir. El mundo estaría mejor sin tal porquería.”

Él escupió a Sehun, quien se estremeció cuando salpicaduras de saliva le golpearon la cara. Entonces Jongin se enderezó, llamando a sus compañeros, "¡Vamos!"

Sehun escuchó mientras sus pasos se alejaban, gradualmente desapareciendo en la distancia. Sintió que sus ojos se cerraban y, antes de que su mente sucumbiera totalmente a la oscuridad, una sola palabra escapó de sus labios agrietados:

“Yixing.”