.Humαn. ➡sᴜᴊɪᴇ⬅

♥ Especial ♥

YoonGi.

Camine con JiAe sobre mis brazos hasta mi hogar, saque las llaves torpemente de mi bolsillo trasero para luego abrir, prendí las luces y vi el rostro de JiAe, ella me miraba y yo me sorprendí por que realmente me asuste.

— ¿donde estamos?. Murmuró.

— en mi casa, tu madre no te puede ver así. Dije subiendo las escaleras.

— okey.

Cuando llegamos acaricie su cabello, eran tan suaves, la deje sobre la cama y ella solo se estiró, su playera se había subido un poco al igual que su falda, gruñí y desvíe la mirada.

Fui por algo de ropa y la senté en la cama.

— JiAe ponte esto. Dije dándole una playera y pantalón.

Ella asintió y comenzó a quitarse la ropa allí mismo, yo tome lo mio y me fui hacia el baño rápidamente.

Cuando ya estuve afuera JiAe se encontraba allí mismo, mirando la nada, de verdad era algo que me asustaba, pero se veía linda.

Me senté a su lado y ella me miro.

— ¿quien era el chico?. Pregunte celosamente.

Ella elevo los hombros sin importancia.

— el llego y me beso. Murmuró y yo gruñí.

Abrí la cama y ella se metió dentro las sábanas, apague la luz y me metí junto con ella mientras me daba la espalda, ni siquiera lograba tocarla un poco, esta ansioso, seguramente por que tengo a una chica en mi cama, y es hermosa.

— Yoongi no juegues conmigo. Susurro mientras se giraba a verme.

— Yo, no se si este jugando contigo.

— lo haces.

— JiAe, ¿estas triste?.

— tristemente si.

— ¿porque?

— por que me di cuenta, que me gustas, me gusta un inútil como tu.

Sonreí ampliamente al escucharla, tome su cintura y la atraje a mi, ella rechazo un poco a mi abrazo pero finalmente accedió.

— nadie se resiste a mi,lindura.

— idiota.

— oh vamos, te gusto, y mucho.

— ¿que hay de ti?

Me quede en silencio, quería admitir pero mi orgullo no me lo permitía.

¿Yo el gran Min YoonGi enamorado?

Tal vez.

— me gustas, pero mi orgullo no me permite decirlo con más claridad. Susurre, estaba avergonzado.

— supuse, nada menos que de un idiota.

— hey linda, ¿por que tan violenta?. Ella río en bajito y eso hizo que mi estomago se revolviera.

Ella cerro sus ojos y yo hice lo mismo, joder moría de sueño.

— Min yo no puedo dormir. Me dijo y yo recordé, su confesión.

Esa confesión que nós hizo algo más cercanos, cuando la vi llorar por primera vez, me rompía el alma.

— recuerdo, intenta hacerlo, vamos.