Nuestra Vida Juntos.

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Habían pasado varios meses y Jimin y YoonGi habían decidido pasar el resto de sus vidas en compañía del otro. Ambos vendieron sus departamentos para comprar una casa para ellos solos, pero no cualquier casa. Fueron hasta las provincias más costosas de la capital a escoger su nuevo hogar.

Al final, la caprichosa pareja compró una casa de dos pisos innecesariamente grande para tan sólo dos personas. En el primer piso se encontraba la sala de estar, el comedor, la cocina y un baño. En el segundo piso estaba su propia habitación junto con la de los huéspedes y un baño en cada una de éstas. Una pequeña biblioteca llena de selectos libros cuidadosamente elegidos por ambos y un estudio para que pudieran trabajar. Después de todo eran personas importantes y ocupadas.

Para finalizar, la vivienda también contaba con una terraza rústica, pero con su toque de elegancia. Incluso tenían un pequeño jacuzzi y un par de camastros para su comodidad.

En realidad toda su casa era un lujo, un capricho, pero ellos dos eran unos caprichosos, cada uno a su manera.



~...



Jimin se encontraba frente a su escritorio, en el estudio completando los reportes de los sucesos de la semana en la comisaría. Había dejado de lado todo el papeleo durante varios días, pero al final sólo consiguió presionarse con el trabajo y su novio. YoonGi llevaba ya una semana resfriado, lo cual preocupaba mucho al moreno y lo hacía sentirse responsable, lo único que pensaba era en cuidar y consentir al rubio.

Aún le faltaba ordenar todos los reportes, pero se puso de pie y, con paso decidido, salió en dirección a las escaleras ya que el pálido se encontraba reposando en la terraza.

YoonGi se encontraba en uno de los camastros echo un ovillo, cubierto con una manta mientras leía un libro con los ojitos adormilados. Jimin pensó que era lo más tierno que había visto en la vida, pero de inmediato lo olvidó ya que al rubio le dolía la cabeza y estaba de muy mal humor.

El pelirrojo se acercó con cuidado de no sacar al contrario de su burbuja hasta que llegó a su lado. Se sentó en una orilla del cómodo camastro y observó como YoonGi ni siquiera se inmutaba ante su presencia y continuaba con su lectura.

-¿Cómo te sientes?

-Mal. -La voz de YoonGi estaba notablemente más gruesa debido a la enfermedad. -Hace frío y tengo mucho sueño.

-¿Quieres ir adentro para que puedas dormir un rato?

Jimin se levantó de nuevo esperando la respuesta de su novio.

-Pero no quiero estar todo el día dentro de casa, en realidad quiero leer. -Levantó su libro para que el moreno pudiera ver la portada. -Éste libro es el más interesante y cultivador que he leído en la vida.

-Sólo dormirás un par de horas, para que descanses. Podrás leer tu libro después, lo prometo, pero por favor descansa.

YoonGi profirió un leve suspiro para después asentir. Se sentó en una orilla del camastro sin quitarse la manta que lo cubría. Jimin se colocó a su lado y rodeó su cintura para que el contrario no se tambaleará y cayera. Ambos caminaron a pasos cortos en dirección a las escaleras y, al llegar a éstas, el pelirrojo se inclinó bajo la curiosa mirada del rubio y lo tomó entre sus brazos con sumo cuidado.

Aunque el de ojos felinos no le pareció una buena idea, no dijo nada y se dejó llevar rodeándole el cuello con ambos brazos. Recargó su frente en el hombro Jimin y cerró los ojos ignorando su dolor de cabeza que aumentaba más con el mínimo movimiento que su cuerpo experimentara.

El pelirrojo bajó con cuidado las escaleras y giró en el pasillo y, un par de pasos más tarde, empujó la puerta con su pie para poder entrar. Una vez dentro, llevó a YoonGi hasta la cama en donde lo acostó delicadamente, dejando que se acomodara bien sobre las mantas y almohadas.

Mi Sexy Policía. [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora