Min YoonGi estaba completamente loco. Había perdido la cabeza y muy pronto hasta la dignidad.
Él era una persona tranquila con un empleo estable en una empresa administrativa ocupando un puesto alto en ésta. Tenía una vida común y pacífica y no le faltaba nada, prácticamente lo tenia todo.
Pero ya estaba harto de que Park Jimin, el jefe de la estación de policías que estaban cerca de su departamento, no le prestara atención.
El rubio solía pasar por ahí en su auto hasta que tuvo el valor de saludar al pelirrojo. Con el tiempo comenzaron a hacerse amigos hasta que YoonGi demostró sus sentimientos hacia el otro. Jimin no dijo nada y empezó a distanciarse de él. Aún seguían hablando pero ya no con tanta frecuencia como antes y el pelirrojo ponía cualquier pretexto para no verse con YoonGi.
El rubio se entristeció ya que él creyó que Jimin correspondería a sus indirectas muy directas. Creyó que aquel atractivo hombre lo recibiría con los brazos abiertos ya que ambos no se trataban precisamente como novios pero si como algo más, incluso habían llegado a unos cuantos besos. No entendía por qué lo trataba de esa manera, no era lógico. Pero no iba a permitir que aquel sexy pelirrojo se le fuera de las manos.
El día de hoy, sábado, tenia algo planeado, algo que le costaría caro pero sin duda, y si todo salia bien, la recompensa sería más grande.
Hoy era el día de descanso del rubio, el día más tranquilo de la semana y el día en que Park Jimin se quedaba hasta tarde en su oficina. El día perfecto.
Una semana antes lo había planteado todo con lujo de detalles. El desenlace de todo ésto era desconocido pero YoonGi lo apostaría todo para que el resultado fuera favorable. El reloj dio la hora indicada y comenzó a poner su plan en marcha: salió en su auto hacia el centro comercial. Se encamino por los extensos pasillos hasta llegar a una licorería y poder comprar varias botellas de su Whisky favorito. Al tener éstas regresó al estacionamiento en donde había dejado su vehículo y se relajó acomodándose en los asientos traseros de su lujoso Chevrolet Camaro. Abrió una botella del alcohol que acababa de comprar y bebió directamente ya que no sé molestó en traer algún vaso.
Tenía que reorganizar sus ideas ya que iba a correr un gran riesgo todo por el pelirrojo y si algo llegaba a salir mal entonces todos sus planes se irían directo a la basura.
En verdad amaba a Park Jimin y sabía que los sentimientos eran mutuos pero no podía creer que el contrario no se lo dijera, ambos ya no eran unos jóvenes tímidos y con inseguridades, eran hombres maduros capaces de expresar sus sentimientos sin rodeos.
El rubio no dejaba de debatirse internamente sobre el por qué el extraño comportamiento de Jimin. Estaba completamente loco por conocer las razones de aquel hombre y no descansaría hasta resolver el gran enigma detrás de todo esto.
Tomó la bolsa en la que estaban las botellas y se inclinó hacia adelante para dejarlas en el asiento del copiloto. Soltó un ruidoso y pesado suspiro para después salir del auto y pasar al asiento del conductor.
Antes de poner el motor en marcha, pasó su mano por si hombro izquierdo, estirando sus músculos y preparándose mentalmente para su "aventura" ya que YoonGi siempre fue una persona tranquila y casi nunca rompía las reglas no porque no quisiera sino porque nunca le apeteció rebelarse.
Metió las llaves en el pequeño compartimiento y las giró. El motor hizo un suave ronroneo indicando que ya podía ponerse en marcha. Salió del estacionamiento para dirigirse a la avenida principal y pisó el acelerador con calma ya que aún no era la hora.
El sol estaba a comenzando a bajar ocultándose tras los enormes edificios coloreando el cielo de tonos rosados y anaranjados. Ya era la hora sólo había que esperar al semáforo...
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Mi Sexy Policía. [YoonMin]
FanficEl rubio se entristeció ya que había creído que Jimin correspondería a sus indirectas muy directas. . . . Queda prohibido cualquier tipo de adaptación y copia. -- THREE SHOT -- YOONGI PASIVA