Pov Miguel
Dios es toda una belleza nuestra secretaria, ya quiero tenerla debajo de mi y yo entre sus piernas, se que al igual que yo mi hermano quedo fascinado con su belleza, pero su maldito orgullo no lo dejara aceptar tan fácil.
Hoy mi hermano Leandro no amaneció de buen humor, tiene esa cara que puede intimidar a cualquiera. Pero a mi no, lo conozco muy bien para poder tenerle miedo.
Llegamos a la oficina y lo primero que quiero hacer es verla, quiero ver esos lindos ojos y esas redondas y respingonas nalgas, dios de solo pensar como puedo tocarla y azotar las me pone a mil y mi miembro duele.
Mi hermano y yo solo pocos normales, a comparación con el yo soy el tierno y amoroso y un poquito mujeriego, pero es que no he encontrado a la mujer que llene todos mis deseos y se meta a este corazón citó y que acepte y ame a mi hermano como a mi. Mi hermano y yo compartimos el mismo gusto por el sadomasoquismo, para quien no saber es el placar a causar dolor a la otra persona pero también darlo, son juegos donde ella disfruta y nosotros de ella, entre nosotros dos el que mas se asemeja a amo es mi hermano.
Han pasado varias horas y no he podido verla y seria un gran mentiroso si digiera que no quiero verla y que estoy tratando de inventar cualquier excusa para que venga a la oficina y así poder ver esa diosa.
Llamo por el comunicador que tiene la oficina y le pido que me traiga un café, es la excusa mas mala pero que hago me ganaron las ganas.
Espero unos cuantos minutos hasta que la puerta suena y me indica que mi pedido llego y no hablo del café.
Pasa a la oficina y dios creo que me vine en mis pantalones parezco un joven hormonal. Tiene una falda tuvo gris y una blusa blanca y encima una chaqueta del mismo color de la falda y sus tacones negros, no esta maquillada lo cual deja ver su belleza natural y su cabello esta suelto, esta mujer es una diosa y creo que no soy el único que piensa igual por que mi hermano esta mirándola de la misma forma que yo.
- señor su café ,si necesita algo mas me avisa
Dios sera que si la deseara a ella me complacería, su belleza llama el interés de los dos y creo que no estaremos felices hasta tenerla y no creo que sea el unico que piensa eso, ella sera nuestra.
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De nuestra propiedad ( nuestra)
RomanceLeandro y Miguel son dos hermanos que desde pequeños comparten todo hasta a las mujeres pero de tanto probar no han encontrado a la indicada todas les parecen iguales. pero que harán cuando conozcan a Atenea una joven de 21 que llegara a trabajar a...