Dos

11 3 0
                                    

El viaje no fue tan largo como yo pensaba.

O tal vez fue porque estuve todo el viaje escuchando musica y leyendo.

-- × --

- Y, ¿como fue el viaje enana? - si, devuelta estoy hablando con mis dos idiotas favoritos

- Ñe, no estuvo tan mal

- A que te la pasaste escuchando musica y leyendo, ¿verdad? - nos reímos

- ¿Pretendias que me pase todo el viaje escuchando como hablan de lo hermosa que es y de lo bien que va su carrera? - hago una pausa, me pongo boca abajo y apoyo la laptop en la almohada - Ni de broma

- Te compadezco tanto amiga

- Yo igual Sopa

- Lo siento chicos, debo irme, adiooooos

- Si yo igual, tengo que ir a entrenar, adiooooos

- Adioooooos, idiotas, i love

- ¿Yo amo?

- Julu, se me da para la mierda el ingles, no pidas más

- Okey, bai

×VIDEO LLAMA TERMINADA×

Suspiro y cierro la laptop

Los extraño tanto...

Hace ya un tiempo, cuando tenía unos 6 años, fuimos a España para una prueba de mi hermana, en la cual obviamente quedó.
Ahí fue donde conocí a Julieta y Santiago (o como yo les digo Julu y Sopa).

Estuvimos dos años ahí y para ese entonces ya eramos inseparables.

Pero como dice el dicho, "Todo lo bueno dura poco".

A mi hermana la llamaron para ir a L.A, y como yo todavía era muy chica tuve que irme también.

Nunca me lleve bien con mi hermana pero ese día la odié como nunca antes.

Tener que dejar a las únicas dos personas que amo en todo este puto mundo fue lo peor que me pudo haber pasado.

Ahí es donde empezó mi verdadera depresión.

Cada noche un nuevo corte, en mis brazos, piernas, estómago; en cualquier lado. Solo buscaba la forma de desquitarme conmigo misma por ser tan fea y estúpida.

Aunque cada vez que entrenaba baloncesto, leía o escuchaba musica, me olvidaba de todo lo malo.

Con el tiempo me di cuenta que eso que hacía estaba mal y que no me iba a ayudar en nada y poco a poco deje de hacerlo.

Aunque cada vez que nos íbamos a otro país tenía que dejar de hablar con ellos ya que estaba todo el tiempo de acá para allá acompañando a mi hermana en sus shows de modelaje. A mi mamá le encanta dar la imagen de "la familia perfecta".

Pero siempre encontraba un lugar para practicar baloncesto y poder descargarme sin hacerme más daño.

Además, entre tantos lugar a los que fui, en unos de ellos me ofrecieron jugar para su equipo. Pero debo tener 16 para poder entrar; solo debo esperar tres meses más.

El 7 de agosto tendré 16 años y podré irme y no tendré que verlas nunca más.

Un cambio en mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora