Parte 16

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- La noche aun es joven ¿dónde vamos ahora? – y si, eran solo las una y treinta
de la madrugada.

- ¿Qué tal a un...? – comentó Ryan, moviendo sus cejas de arriba hacía abajo una y otra vez, con una sonrisa pervertida, todos reímos, sabíamos a los que se refería pero yo me sentía cansado y quería llegar a dormir.

- Entonces a eso iremos. – Chaz, se desvió y comenzó a conducir al pub nocturno. –

- Chaz, creo que yo no iré. – todos me miraron raro y luego lanzaron carcajadas, era raro que yo no quisiera asistir a aquel pub.

- ¿Hablas en serio? – pregunto Jeydon aguantándose la risa. –

- Sí – lo mire serio, Chaz suspiró. –

- Está bien, pasaremos primero a tu casa.

- Pero no será lo mismo sin Harry. – reprocho Ryan. –

- Ou mariquita – bromeo Jeydon, Ryan le pego en un hombro. – iremos de todas formas, pero si tú no quieres ir, te puedes quedar con Harry .

Ryan pensó un segundo, luego negó con la cabeza riendo.

- Lo siento bro. – me miró. – pero iré a ese pub, no me dejaron sigue divirtiéndome con esa rubia, por lo que necesito un buen polvo. – negó con
la cabeza, sonriendo. Ryan no iba a cambiar.

- Ok, no me importa, si tú quieres echar un polvo, hazlo. – Chaz estaciono el
auto. –

- Adiós chicos. – se despidió de todos y salió del auto. –

Una vez que perdió de vista a los chicos, se sentó en el asfalto y se tomo
frustrado la cabeza. ¡Porqué mierda, no se podía sacar a Selena de la cabeza!
Niná se levanto perezosamente, había dormido estupendamente, aunque
con una extraña sensación en su corazón. Sus padres no se encontraban y no quería quedarse un día domingo encerrada en su casa, hacía calor por lo que decidió ir al parque. Se vistió como normalmente lo hacía, pero hoy quiso cambiar algo, soltó sus trenzas y peino su cabello, largo y lacio, color miel que caía a ambos lados de su cara, con un flequillo en su frente. Se miro, estaba haciendo algo nuevo, jamás lo soltaba, tenía un hermoso cabello que llegaba casi a su cintura. Se miro una vez más al espejo, y salio camino al parque, Chris no estaría hoy, y ella no sabía donde se encontraba su mejor amigo. Se sentó debajo de un árbol, mientras miraba a los niños divertirse con sus padres, como años antes
ella también lo hacía, pequeñas lágrimas resbalaban por sus suaves mejillas hasta que unos gruesos dedos las secaron, asustada miro para ver de quien se trataba. Era Harry.

- ¿Por qué lloras? – pregunto él. –

- Nada que te importe. – rob suspiró.

- ¿Hasta cuando tendrás esa actitud?

- No lo se. – trato de sonreír. – no es normal que Edward Coxte hablé, y menos que me hablé a mi. – harry sonrió y se sentó a su lado. –
- ¿Podríamos hablar, como amigos? Dame una oportunidad.

- No es tan fácil robert. – lo miró, él ya había notado algo raro en Niná, su
hermoso cabello, primera vez que lo veía suelto y era hermoso, Niná se veía
diferente. –

- Lo sé, pero de verdad, me gustaría remediar todo lo que te hice.

- Lo pensaré. – contestó divertida. –

- Está bien, y me dirás ¿por qué llorabas? - Niná miró a los niños jugar, sonrió y luego miró a Harry . –

- Mi vida no es fácil. – se le quebró la voz, con Chris era el único que hablaba
sobre su vida, y ahora estaba por hablar con un completo desconocido. –

- ¿A qué te refieres?.

- Mis padres, discuten todos los días. – miró el suelo. – la relación con mi madre, es de unas completas desconocidas, no hablamos y con suerte nos saludamos. – secó una pequeña lágrima. – mi padre es un alcohólico. – y ahora si lloraba, necesitaba a alguien con quien desahogarse. Harry la abrazó.

- Lo lamento. – acariciaba su espalda repetidas veces, él se sentía mal, al verla llorar así, jamás había pensado que podría ella, tener una vida así y aguantar tantas cosas.

Niná se sentía bien así, protegida, no quería que ese momento terminará
nunca. Quizás podía intentar algo con Harry, ser amigos.

Luego de estar llorando unos segundos más, levanto su cabeza para mirar a
Harry miró sus hermosos ojos azules y se quedo conectado, con su mano
saco los lentes que Niná portaba. Los dejo a un lado y luego volvió con la cara
Niná, delineo con su pulgar, sus ojos, sus cejas, su nariz, sus mejillas y sus
labios. Cada rasgo de ella era tan delicado, fino, como una hermosa muñeca de porcelana y así, con lágrimas y los ojos cristalizados, se veía encantadora. Su pelo
que danzaba con el viento la hacía tener un look angelical, realmente hermoso. Sintió unas inmensas ganas de besar esos carnosos labios y así lo hizo, saboreando cada interior de la dulce boca de niná George, patito.

Patito feo (harry Styles)Where stories live. Discover now