Viviendo Con Homosexuales~Historias De La Vida Diaria

1

Ester Medina

Me desperté por la mañana, era un poco difícil levantarse, la cama era tan cómoda. Sin más me levanté, pues sabía que si me quedaba otro segundo caería dormida instantáneamente.
Fui al baño y tome una ducha, para despertarme bien puse el agua en lo más frío que se pudiera.... Primer error.
Salí del baño en dirección a mi  habitación, pero apenas puse un pie fuera de este, pude sentir como mi cuerpo se llenaba de escalofríos gracias al frío del ambiente.
Paso un tiempo y ya estaba lista para ir a la escuela; nada distinto, el uniforme, mi chaqueta favorita y mi mochila. Baje a desayunar y después de eso salí cerrando la puerta principal de tras de mí.
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Estaba sentada en el salón, no tenía ganas de hacer nada, y el profesor solo hablaba y hablaba. Al final la clase termino y ya era la hora del receso.
Salí para ir a la cafetería y así comprar algo, no sabía que quería así que solo compre unos cuantos dulces para no dormirme durante la clase....segundo error.
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Volví a entrar al salón, cundo entre no le podía creer lo que le encontré.
Eran dos de mis compañeros, Johnson y Carlos. Rara vez se hablaban... Rara vez nos hablábamos.

Cuando entre lo primero que note es que la puerta tenía el cerrojo puesto, sin embargo, la puerta no estaba bien cerrada, lo cual no hacía que el cerrojo sirviese de mucho. Una vez pase, me encontré con ellos dos en la mesa del salón, posado uno sobre el otro besándose.
A

mbos voltearon a verme sorprendidos, y yo solo pude salir rápidamente cerrando la puerta mientras les grite
-lo siento!-
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Entramos del receso y las clases siguieron normalmente. En todo el tiempo de la clase me enfoqué en no verlos a ninguno de los dos. Y cada que recordaba la escena no podía evitar sonrojarme y sentirme tan avergonzada.
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En un punto de una de las clases, empezé a sentirme cansada y con los ojos pesados, entonces saque uno de los dulces que había comprado para posteriormente abrirlo y ponerlo en mi boca. Obviamente el profesor tenía que ver esa escena, así que me llamo la atención, posicionando las miradas de todos sobre mi, y, para rematar el profesor decidió que tenía que ir por unas cosas en el garaje de la escuela junto a Johnson y Carlos.
Como la típica historia donde todo lo que no quieres te pasa por pura coincidencia...
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Yo iba callada con la mirada baja. No podía creer mi mala suerte.

Entramos al garaje y nada más entrar Carlos cerro rápidamente la puerta, mientras Johnson se aseguraba de que no había nadie más en el lugar.

Carlos: Por favor.... No le digas a nadie
Johnson: Te lo pedimos por favor.

Sus miradas se cruzaron y pasaron a la mía,  y en ellas se notaba la desesperación y vergüenza que yo conocía tan bien.  Asi que les dije que no se preocuparan por mi.
Y así quedó, después de eso regreso damos al salón con las cosas que nos habían encargado.
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Ya pasaron 7 años de eso, ya no los e visto a ninguno de los dos en persona, y sin embargo eso no quita que nos hayamos vuelto buenos amigos.
Ahora y cada vez que puedo les hago bromas sobre aquel día, sobresaltando a los dos en cada momento.