La patineta resbaló y cayó duramente contra el pavimento.
- ¡Joder! -- Exclamó.
Mientras se ponía de pie nuevamente escuchaba los pasos de Chelsea dirigiéndose hacia él.
- ¿Estás bien cariño?
- Si, si lo estoy, fue solo una estupidez.
Al levantarse se percató que había sangre en su rodilla.
- Genial, lo que faltaba.
- Ven. -- Le extendió la mano Chelsea.
Lo llevó a una especie de banca improvisada y le limpió un poco la sangre.
- Estoy bien, es sólo un raspón.
- Haz perdido práctica. -- Dijo Chelsea en tono de burla.
- Dame unas semanas más, y volveré a ser el de antes.
Chelsea soltó una carcajada apenas audible.
George se acercó a ellos en su patineta.
- Vamos Healy, no me digas que una simple raspadura te sacará del juego.
- No estés jodiendo George, en un momento vuelvo.
George dio una calada a su cigarrillo antes de responder.
- Lo que digas. -- Dio la vuelta y regresó con los chicos.
- Idiota. -- Susurró Matty.
- Tranquilo, -- Le dijo Chelsea mientras le recogía el pelo con una dona. -- ¿quieres un cigarrillo?
- Por favor.
Chelsea sacó de su bolso de mano una cajetilla de cigarros que estaba a punto de terminarse. Sacó uno blanco largo y lo encendió con el Zippo; el humo brotó y los envolvió a ambos.
Puso el cigarrillo en cuestión en la boca de Matty, quien le dio una calada, y sin soltar el humo aún, la besó.
Pero algo en la mirada de Matty inquietaba a Chelsea.
- ¿Pasa algo?
- ¿Eh? No, nada.
- Te vez, distraído.
- Nada de eso.
Ella sabía que era mentira. Trató de ignorarlo y sacó de entre sus cosas una pastilla. Las llamaba "pastillas para la ansiedad", aunque fuese droga.
- Toma. -- Le dijo mientras le pasaba la pequeña pastilla blanca.
Matty no titubeó en ningún momento y rápidamente la metió en su boca. Hizo un gesto por el sabor pero terminó tragándola.
- ¿Mejor?
Inhaló aire profundamente y sólo respondió moviendo la cabeza.La tarde pasó, estaban a apenas unos kilómetros de donde vivían. Pasaron el rato patinando, bebiendo y de vez en cuando tomando una que otra "pastilla para la ansiedad."
Matty tenía la costumbre de tomar una al día, lo relajaban y lo mantenían a raya.
Casi para caer la tarde regresó a donde Chelsea estaba sentada; se quitó la dona del cabello y puso su cabeza sobre el regazo de ella.
Como si se tratase de un niño pequeño, Chelsea acarició suavemente su cabeza. La pastilla había cumplido con su deber y Matty ahora se encontraba en la fase donde se sentía muy cansado.
Pero no era solo cansancio lo que cargaba; sino un problema que él sabía que si no solucionaba pronto, se volvería más grave.
Un sentimiento de preocupación y angustia lo invadieron; pero las caricias de Chelsea lo hacían sentir que estaba protegido.
Con ella, no había nada que temer.
Antes del anochecer, subieron todo a la vieja camioneta de George y se dirigieron a casa.
ESTÁS LEYENDO
Robbers
Short StoryFan Ficción acerca del vídeo Robbers, de la banda The 1975. Matty Healy y sus amigos pasan por un momento duro en sus vidas. La banda fracasó y el dinero está por acabarse. Matty se verá en la necesidad de recurrir en sus raíces más bajas para salir...