Parte única

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*De antemano una disculpa por esta historia, ha sido lo más vergonzoso que he escrito. Bueno, no, pero si la más vergonzosa publicada. 

Narra Jinyoung

Era sábado por la tarde. Exactamente, y siendo precisos las 5:18 pm.

Acaba de rendir los parciales en la Universidad, estaba harto y cansado de estudiar. Pero que se le va a hacer, si es necesario hasta para que te den trabajo de conserje. Incluso si es que se te de trabajo porque tienes un buen culo y sepas moverlo.

La vida cada día es más problemática, pero adivinen qué...

Me vale madre.

Tengo un maldito mes sin follar, nada de nada... Como jodidos sobreviví, no lo sé. Lo importante es que ya es hora de hacerlo. Mis amigos y yo nos vamos de antro hoy. Claro, "antro".

Entre bulevar y la avenida principal. Justo en frente de un motel. Ahí está aquel preciado local, aquel que tanto adoramos e idolatramos. Un club nudista para caballeros con todo tipo de gustos; hay desde las típicas putas hasta los hombres delicados pero apuestos. Fetiches al por mayor, sexo, alcohol y drogas.

Y justo hoy hay un evento especial, se rumora que por primera vez va a haber quintitos. Si pues soy gay, me encanta que me la metan, pero también me gusta meterla. Qué mejor que uno virgen que se deje hacer lo que uno quiera.

Una ducha con agua fría suena tentadora, pero no. Hoy estoy para consentirme... mi cuerpo necesita atención, un poco de consentimiento. Necesita la ayuda de mi mano derecha, un buen vino y agua caliente para ambientar.

Por lo tanto minutos más tarde cuando el agua está caliente y la tina llena, mi cuerpo se encuentra sumergido en esta. La imagen que se aprecia en mi techo es tentadora hasta para mí.

Ahí estaba yo, cabello negro, corto y sedoso, cuerpo delgado pero agradable a la vista y tacto, porque no, he de admitir que tengo lo mío. Piernas largas y estilizadas, hombros anchos y marcados al igual que la espalda, torso trabajado junto con el abdomen.

Estaba completamente desnudo en una tina con agua tibia, una copa de vino en la mano izquierda y la música de jazz a un volumen agradable. El vapor inundando mis poros, por lo que es que decido comenzar a consentirme.

-Mhmm, Jinyoung eres un as.- murmuré pasando mi mano derecha por la piel de mi cuello.

El frío contacto me erizo la piel, ni mencionar que era mi punto débil. Así que me di gusto ahí un rato; soltando suspiros con los ojos cerrados y la boca entre abierta, las yemas de mis dedos contorneaban mi cuello.

Lleve la copa a mis labios, rozando el frío material contra ellos, lamí y contornee el cristal, suspirando e inundándome del dulce aroma del vino. Mientras tanto mi mano seguía descendiendo por mi cuerpo, acariciando ahora mi pecho, toques ligeros. Algunas imágenes surcaron mi mente, un joven castaño y un poco más bajo que yo.

El morocho de la última vez. Solo de recordarlo se me ponía dura, su cuerpo virgen, (Sí, ya me había tirado a un virgen.), sus gemidos.

-Oh Shit...-gruñí al recordar sus dulces e inundados en placer bramidos por más, como me llamaba a gritos por mi seudónimo. Sin duda espero encontrarlo de nuevo. Tal vez tenga suerte el día de hoy y ahí estará o quizás encuentre alguien mejor. Más en este preciso momento no me importa.

Recorrí mis hombros, acariciando al tiempo que lamia la copa con aquel líquido rojo intenso. Mis yemas y la piel de mi torso parecían extrañarse, sensible la segunda ante el tacto de la primera. Roce mis pectorales, abdomen y llegue a la pelvis.

Al borde del éxtasis (Bnior)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora