Tiempo de vida. 1/3

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21 de junio.

Un pequeño colibrí retumbaba alrededor de la margarita, la pequeña ave picoteaba en busca de su nectar, después, fue de flor en flor con el mismo objetivo. Con la recién llegada de la primavera las flores se hacían más dulces, el aroma se esparcía en los campos, el aire volaba en una dirección en otra. Y en aquella epoca parecía que las flores habían decido ser mucho más hermosas que la primavera pasada.

El sol brillaba como nunca antes, cayendo sobre las bellas casas de la cuadra, era una día perfecto para una fresca piscinada con los amigos. Y así lo era, al otro lado de la casa había una piscinada dirigida por unos de los dueños de la casa.

El colibrí volteó hacia el ventanal de la amplia casa mientras sus veloces alas se batían haciendo juego con el ritmo de su pulso.

La escena contemplada ante la vista de uno de los propietarios de la dichosa casa. Sentado junto a la mesada de la cocina mantenía en sus ligeras manos una taza de té caliente, y un poco a la izquierda un recipiente de galletas caseras. Veía su cuidadito patio, repleto de flores numerosas deslumbradas por el abrazador sol. La luz se filtraba por la ventana provocando que los cabellos castaños del joven se tornaran en un color dorado brillante.

Le era agradable sentarse ahí a esas horas de la tarde donde el sol predominaba. El hombre tomó un sorbo de su té, su atención dirigida al pajarito picoteando en sus flores, al principio sonreía llenó de alegría, no había tenido muchas oportunidades en su vida de ver a los veloces colibrís, sin embargo, cuando un océano de pensamientos lo abordó la sonrisa en su rostro se evaporó. Recordaba la clase de biología en sus días de secundaria, el profesor explicaba sobre las diferentes especies de aves, entonces tocó el colibrí; "es un ave con un metabolismo muy acelerado, su corazón late demasiado rápido. Debido a ello su tiempo de vida no es muy extenso".

"Tiempo de vida".

Esa frase estancada en su cabeza.

Vivía queriendo ser como su pareja, de ese modo estaría en plena piscinada y no ahí sentado al lado de la ventana tomándose un té y quejándose del tiempo. Porque lo odiaba, odiaba cada segundo, cada pisada y cada respiró, el tiempo arrebata de tus manos los momentos, volviendo el presente en un descaró suceso y el pasado en trizas de un recuerdo. El tiempo nunca se detiene, jamás dándote suficiente tiempo para adorar.

Cuando su pareja le comentó sobre la piscinada con sus amigos no le molestó en absoluto, le gustaba la idea de pasar tiempo con ellos pero, sabía que ese tiempo sería corto e insuficiente, como siempre.

Regresando al tema de la piscinada, regresaba de darse un buen chapuzón en pleno compartir, todos disfrutaban de la mini-fiesta, echando chistes y charlando de la semana pero, él, al mismo tiempo que gozaba, sufría, con las ideas torturando su cabeza. El sol aumentaba quemando su piel, sin decir más decidió salir de allí para terminar por ese día el sufrimiento, sin embargo los demás ya lo conocían y sabían de su manía así que no le preguntaron nada y lo dejaron ser.

"El sol emana rayos ultravioleta, estos mismos dañan las células de la piel, provocando desgastes de este órgano, aumentado el envejecimiento prematuro. Pero sólo en el caso de llegar mucho sol. El exceso de sol es dañino para la piel, es bueno llevar sol pero con su debida protección "

Baekhyun amaba su hidratada piel, amaba verse bien, amaba sentirse joven.

"Por supuesto que el sol también es recomendado para los seres vivos ya que es una fuente de energía"

Él lo sabía por eso sólo se permitía llevar un poco de sol cada mañana no sin antes ponerse su respectivo protector solar de todos los días.

Cada centavo de su sueldo lo invertía muy bien, todo estaba extremadamente organizado.

Mi querida Juventud [KaiBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora