Obsesiva

21

Sus fuerzas estaban por los suelos, no le quedaba mucho de vida de todas formas y lo único en lo que ahora tenía puestas su fe y esperanza era en que lo encontraran a tiempo.

Una falsa esperanza, pero que más daba, se estaba muriendo de todas formas...

A duras penas volvió su vista a la loca frente a él, ésta por mero instinto se acercó y le dio un beso en sus palidos labios, casi tan rotos como él.

No dijeron nada, no tenían nada más que decir y sólo esperaron el momento de su partida de tanto sufrimiento. A pesar de su tremenda locura, su amor hacia el chico moribundo seguía en pie, lo desató del pilar en el que estaba y se sentó a su lado, llenándose de ahora tristes recuerdos que vivieron... Recostados, ella abrazandolo y despidiéndose de su amor enfermizo en silencio.

-Te amo... -susurró entre lágrimas.

-Yo también te amo... -y se fue.

Murió.