Odio. No podemos evitar aquel malévolo sentimiento que nace a base de...de personas. Todos son partícipes de provocarlo, quieran o no. Embárcate en un dilema, una experiencia no solamente de dos, sino una lección en conjunto. Un simple hecho improvi...
Era su segundo día de clases. Algo que realmente ya se le hacía igual. Se sentía segura, ya que en su llegada había conocido a varias personas. Todas fueron amables y muy condescendientes con ella, agradándole en cierto punto a la pelirroja. Tenía un buen presentimiento sobre esta nueva vida. El inicio siempre está lleno de incertidumbre, pero la inminencia del presagio no le hacía relevancia. En los pasillos de la Universidad ya se murmuraba que una chica nueva había llegado, y de la nada se le acercaban personas para conocerla, pero a ella le gustaba sentirse así, importante.
Un día al salir de su primera clase, se le acercó una chica de cabello lacio y oscuro, realmente largo cabe decir. Reconociéndola como Selena, que conoció el día anterior por Camille, le presta atención:
-Ehmm, hola, toma la invitación. Ahí tienes los detalles- se la entregó sin más, yéndose. La recibió con total normalidad y sin pensarlo mucho, tomó dirección a la cafetería. Sus pasos eran silenciosos y frágiles, y más al abrir las grandes puertas que le daban paso a su destino.
Después de almorzar, respiró hondo y se decidió por revisar aquella invitación. La intriga de por qué la invitarían a algo a estas alturas le parecía raro, pues nadie sabía de su existencia. O eso pensaba.
"Fiesta de bienvenida,
sábado
5pm hasta el amanecer,
Calle 32, casa N- 2
¡No faltes!"
Fue lo único que se molestó en leer. Su emoción crecía al hacerse la idea de que la invitasen a una fiesta, siendo la chica nueva... hasta que una pregunta llegó a su mente, "¿cómo pediré permiso, si mi mamá nunca está en la casa?", su trabajo hace que tenga que ir mucho de viaje, prácticamente vivo sola, bueno lo solucionaré luego, tal vez le escriba un mensaje" pensó tomando sus libros para ir a su segunda clase. Mejor ser positiva para que la dejen ir, ¿no?.
Al llegar a su casa, en su cabeza se precipitaba la duda de si su madre se encontraría en la misma y así pedir permiso para ir a la fiesta que tanto quería asistir, aunque la relación con su mamá era muy buena, se tenían la mayor de las confianzas así que probablemente la dejara ir, como no se encontraba en casa, optó por enviarle un mensaje...
YO
hola mami, ¿como estás?
MOMMY
hola hija, estoy muy bien, y a ti como te ha ido en la nueva universidad
YO
excelente, ya que tocamos el tema de la universidad, me han invitado a una fiesta de bienvenida, y te quería preguntar si podía ir?
MOMMY
claro, así aprovechas y consigue novio, eh? e.e JAJAJAJAJA
YO
JAJAJAJA, ohh mamá no tienes remedio, y tu no has conocido a nadie?
MOMMY
ya que lo mencionas, mañana volveré a la cuidad, y te presentaré a alguien, y a demás te tenemos una sorpresa
YO
OMG, no puedo esperar, bye!
MOMMY
bye!
--Fin de la conversación--
luego del gracioso chat que tuvo con su mamá, se dispuso a pedir un pizza ya que no queria cocinar, y luego se iría a dormir, feliz, este día fue el mejor.
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