Capitulo 2

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Capitulo 2

Después de ese beso creo que nada volvió a ser igual, no solo entre el señor Villanueva y yo, sino también  entre Rocío y Christian. En su luna de miel simplemente no pude conciliar el sueño, pero lo peor fue la mañana siguiente cuando tuve que preparar el desayuno para los recién casados. Y no, lo raro para mí no fue verlos juntos, sino el hecho de que Rocío entró a la cocina totalmente hecha furia.

— Sírveme un café — dijo cortadamente.

— Si señora Villanueva… — dije cabizbajo. Ante esto Rocío se tensó, puso sus manos en su cabeza tratando de controlar un grito y después de respirar profundamente habló.

— No quiero que me vuelvas a decir así en la vida… ¿escuchaste? Para ti soy Ro, Ro a secas… — dijo con la voz quebrada, unas lágrimas se habían acumulado en sus ojos, pero por educación no quise seguir preguntando y asentí. Le preparé su café y, como todos los días, le llevé el desayuno a mi patrón a su recamara, lo cual no quería hacer ante las circunstancias, pero tenía que, ya que era mi trabajo.

Tal parecía que el destino estaba en contra mía, pues cuando entré a la habitación Christian estaba saliendo de la ducha. Mi cuerpo se tensó totalmente, no sé si por verlo en esa situación o porque él no dejaba de mirarme totalmente embobado, y con la poca cordura que me quedaba terminé de acercarme a su escritorio y dejé el desayuno en este. En pocos segundos yo ya estaba con un pie fuera de la puerta, pero al escuchar a mi patrón hablarme tuve que detenerme y girar para verlo.

— ¿Dígame? — pregunté tratando de sonar tranquilo, pero mi voz había delatado mi nerviosismo.

— Quisiera hablar sobre el beso de anoche… yo no… — trató de explicarme, pero no lo dejé.

— No se preocupe, la circunstancias en las que nos encontrábamos detonó eso, pero sé que no significó ni significa nada — dije rápidamente.

— Esta bien... — dijo asintiendo. — Entonces ya no se hablará más del asunto, puedes retirarte — y así finalmente salí de la habitación. El día transcurrió con una tensión entre Ro y Christian, en la hora de la comida hubo gritos y, a la hora de retirarme, escuché como la señora Villanueva se encerró en una habitación para huéspedes en vez de la recamara que compartía con mi patrón, después de eso Ro no volvió a poner un pie dentro de la habitación de Christian.

Pasaron los días y comenzaba a acostumbrarme al distanciamiento entre mis patrones, tratando de retirarme cuando discutían y estando al margen de todo, aunque no fue tarea difícil, pues mi rutina diaria de salir a pasear con Christian en coche o por el jardín no cambiaba. Los paseos entre el césped que cubría parte del inmenso terreno del señor Villanueva no eran más que caminar al lado de él, en silencio absoluto, mientras contemplábamos lo que nos rodeaba, cosas que nunca cambiaban al pasar los días. Después de eso nos íbamos al mercado que se encontraba en el centro de la ciudad, donde comprábamos el mandado y, a veces, uno que otro dulce, para finalmente irnos a casa. A veces el viaje se desviaba a la tienda de artesanías donde comprábamos grafito y bocetos para Christian, pero ese día en específico no fue la ocasión para eso.

Pasó un mes y medio después de la boda de mi patrón cuando una noticia inundó la casa: Ro estaba embarazada. Felicite a ambos y, silenciosamente, esa noche lloré junto a mi almohada, pues el sentimiento que tenía hacia ella no había cambiado en lo absoluto, y pensar que Christian pudo besarla, abrazarla, besarle cada parte del cuerpo y hacerla suya hacía que mi corazón doliera.

Los primeros meses de su embarazo fueron de muchísimos antojos en donde los paseos entre mi patrón y yo pasaron a ser idas al mercado completamente solo por alguna cosa que desease Ro. Aunque la actitud de ellos ya no estaba tan a la defensiva, aun no compartían habitación de nuevo y, aunque Christian quería acercarse a ella, no lo permitía la señora Villanueva.

Imposible | Chrisberto Fanfic Corto AU (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora