Los ojos grises de Malfoy chocaron con los ojos verde esmeralda de Harry, en una batalla que ninguno quería perder.
-Busca algo que hacer con tu vida, Malfoy -dijo ácidamente Harry después de un tiempo.
Draco dejó escapar una carcajada seca.
-Cuidado con lo que deseas, Potter. Puede que el resultado no te guste.
-¿Qué quieres decir? -Harry frunció el ceño.
-Tan idiota para no comprenderlo -Sonrió Draco.
Potter puso los ojos en blanco y dio media vuelta, dispuesto a volver a su Sala Común.
-Tan imbécil para no saber explicarlo -comentó.
Draco entrecerró los ojos y se acercó peligrosamente a su enemigo, tomándolo con fuerza del brazo.
Harry regresó a mirar a Draco, enojado.
-¿Qué quieres, Malfoy?
-Nunca. Vuelvas. A. Dirigirte. Así. A. Mí.
-Oblígame.
Draco empujó a Harry contra la pared, acorralándolo.
-Te arrepentirás -advirtió antes de unir sus labios con los del Gryffindor en un beso inexpresivo y un poco agresivo, sólo con el fin de demostrar quién mandaba.
Draco sonrió, satisfecho, separándose del furioso Harry y llendóse lentamente de ahí con actitud creída y paso arrogante.
-¡Idiota! -le gritó Harry, apunto de explotar, antes de irse con toda la dignidad que pudo, jurando venganza.
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Obsesión
FanfictionDrarry. Ambos obsesionados por no mostrar debilidad frente al otro. Atención: Los personajes pertenecen a J. K. Rowling.