4. Comportamiento extraño.

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Lamento haber tardado tanto en actualizar.

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Harry Potter frunció el ceño, analizando a su enemigo. Habían pasado semanas desde la última vez que éste lo había molestado. Después de que le mintiera sobre que Ginny le gustaba, Malfoy no se había vuelto a cruzar con él.

Hablando de Ginny, ambos apenas se dirigían la palabra. No es que su "amistad" con ella se hubiera visto afectada, simplemente andaban algo distanciados.

Y Malfoy. No es que Harry extrañara su enfadosa compañía ni nada parecido... O eso quería creer él. Era simplemente que esto era muy raro en el rubio.

Estaba agradecido de no tenerlo a sus espaldas, todo el tiempo detrás suya. Sin embargo, una parte de él pensaba que los días se volvían aburridos sin un Malfoy insoportable.

Así que, dudoso, Harry se acercó a Draco, el cual estaba sentado en silencio sin darse cuenta de su prescencia.

-¿Pensando en un plan para fastidiar la vida de una pobre alma, Malfoy? -Harry alzó una ceja.

Draco dejó ver una pequeña sonrisa, que en seguida se esfumó.

-¿Qué quieres, Potter?

Harry abrió y cerró la boca, sin saber qué decir.

-Uh... ¿Por qué tendría que querer algo? -preguntó al cabo de unos segundos.

-Porque todo el mundo quiere algo.

-¿Y si yo no quiero nada?

-Quieres algo.

-No, no quiero nada -Harry frunció el ceño-. No todos quieren algo.

-Claro que quieren algo.

-No.

-Sí.

-No.

-Sí.

-No.

-Sí, y por ejemplo, ahora quieres tener la razón.

-Ugh, eres insoportable, ¿sabes?

Draco permaneció en silencio, tensándose cuando Harry se sentó a su lado.

-¿Qué te pasa, Malfoy?

-¿Qué me pasa de qué? -Draco se negó a mirarlo.

-Estás raro -Harry lo miró cuidadosamente.

-No me conoces.

-Eres mi enemigo -Harry sonrió de lado-,tengo que conocerte un poco.

-Ajá -Draco hizo el intento de ponerse de pie, sin embargo, la mano de Harry se cerró alrededor de su brazo, sorprendiédolo y deteniéndolo.

Harry lo miró fijamente, confundido. ¿Qué le ocurría a Malfoy?

-Suéltame -siseó Draco.

-No, hasta que me digas qué te pasa -exigió Harry.

-¡No me pasa nada, Potter! ¡¡Así que ya suéltame!!

-¡Mira cómo estás reaccionando! ¡Te pasa algo!

Draco, cansado y enojado, intentó safarse, sin éxito.

-Qué me sueltes.

-Dime qué tienes.

-¡Maldita sea, Potter, suéltame!

-No.

Draco alzó la mano, y por un segundo Harry pensó que recibiría un golpe de parte del rubio. Pero la mano de Draco sólo tomó la barbilla de Harry para acercar su rostro al suyo y poder besarlo.

Harry quedó tan sorprendido, pues no esperaba eso, que soltó a Draco, haciendo que éste sonriera dentro del beso y se apartara.

-Nos vemos, Potter -anunció, poniéndose de pie y lléndose rápidamente.

Harry se quedó unos instantes en el mismo lugar, antes de golpearse la frente con la palma de la mano.

-Como lo odio -comentó.

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