How Many Stars?── ⋙NOMIN

Parte 3

Al fin, ya era hora, finalmente y luego de tanto tiempo volvería ver a Jaemin, volvería a ver a ese chico que tanto quería y apreciaba, volvería a ver a su mejor amigo, por él cual empezaba a dudar de lo que sentía por él, pero ese no era el punto ni lo más importante en ese momento, ahora lo verdaderamente importante era olvidarse de todo aquello y armarse de valor para poder abrir la puerta y entrar a la casa a ver a su amigo, dudó unos minutos que se le hicieron eternos, ¡era tan estresante para él! Deseaba mucho verlo pero ahora que tenia la oportunidad estaba ahí parado como el mayor idiota del planeta con miedo de abrir una simple puerta ¡Pero es que tenia muchos nervios! Es decir, no paraba de preguntarse lo mismo una y otra vez, preguntas del tipo de "¿aún me recordará?, ¿estará bien?, ¿me extrañará?, ¡En serio no debí ponerme estos pantalones!" Era lo único que pasaba por la cabeza del joven Jeno.

Soltó un suspiro y decido dejo el miedo a un lado y tomo la perilla para luego jalarla hacia y entonces... ¡Nada paso!

¡¿Qué demonios!? ¡¿Ahora que paso!?"

Se preguntaba Jeno en medio de una crisis de nervios, la puerta no se abría aún con toda la fuerza que imponía, genial, simplemente genial ¿ahora qué haría?.

Siguió intento abrirla por unos minutos más ahí, fueron unos ¿cuatro? Tal vez incluso 6 minutos intentándolo hasta que su cerebro pareció haber hecho un "click" de repente y entonces se le ocurrió empujar en vez de jalar la puerta...

¡Bingo!

La puerta se había abierto, Jeno se maldijo un poco por lo estúpido que había sido al no intentar hacer eso antes, sin embargo no pudo pensar mucho en eso por los nervios que invadieron su cuerpo, entro en la casa y observo todo, había ido un par de veces a la casa de Jaemin a jugar o simplemente a visitar a su madre por lo cual sabía como era, seguía igual, aun estaba ese sentimiento de bienvenida y calidez, sonrió observando en las paredes fotos de Jaemin, habían muchas de ellas porque a la madre de Jaemin le gustaba tomar variad fotografías para (según ella) guardar el recuerdo, Jeno sonrió viendo algunas fotos de Jaemin de pequeño, era tan lindo, había cambiado, por supuesto igual que todas las personas a al crecer, pero seguís conservando esa sonrisa adorable que lo representaba.

Mordió su labio y siguió caminando dentro de esa casa, observo la cocina y sonrió recordando momentos de él y Jaemin, miro hacia las escaleras nervioso, Jaemin debía estar en su cuarto, la casa no era la mas grande, pero tampoco era pequeña, era simplemente perfecta para una familia, acogedora y segura.

Suspiro y empezó a subir las escaleras nervioso, sus manos empezaron a sudar del nerviosismo con cada paso que daba, escalón a escalón intentando controlar los latidos de su corazón, miro la puerta de la habitación de Jaemin muy nervioso, se acerco a ésta hasta quedar en frente de la puerta.

"¿Debería tocar?"

Pensó nervioso, tomo la perilla y abrió la puerta levemente, miro a su interior viendo a Jaemin...

Era increíble, no podía creerlo, pero era real. Ahí estaba, su mejor amigo se encontraba leyendo tranquilamente un libro acostado en su cama, su habitación era tal y como Jeno la recordaba, trago saliva sin saber que hacer o decir.

—Mamá, puedes irte tranquila, estaré bien e intentare comer la sopa de brócoli pero es que no me gusta su sabor.