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─No puedo creerlo ─resoplo malhumorada una vez más mientras Madison nos lleva en su carro─. Después de todo él simplemente se fue y me dejó contigo.

─Ya te lo dije, es parte del plan.

─ ¿Y ya puedo saber de él? ─inquiero malhumorada.

─Aún no, pero puedes preguntarme alguna otra cosa si quieres.

Lo pienso por unos momentos.

─ ¿Dónde estamos yendo? ─aventuro a preguntar.

─A mi apartamento ─dice tranquilamente─. ¿Algo más?

─ ¿Desde cuando tienes carro? Es decir, creí que no tenías uno.

─Es cierto, no lo tenía, lo acabo de conseguir con los ahorros que tenía guardados y lo que me pagaron por adelantado por mi trabajo de modelo.

─ ¡Modelo! ─exclamo sorprendida.

Y no por el hecho de que ahora lo sea porque cuando alguien la ve es lo primero que piensa de ella. Lo que me sorprende es que no tenía idea de eso y por su expresión sé que lo entiende.

─Ni Gerald ni yo te lo dijimos porque primero, es algo de último momento. Y segundo, porque es Kyrian quien me ayudó a conseguirlo.

─ ¿Eso significa ahora estás trabajando en la misma agencia de él y de Richard?

─Sí ─muerde su labio, nerviosa.

─Vaya, eso es increíble ─le digo sinceramente.

─ ¿Realmente lo crees? ─dice esperanzada.

─Sí, Mad, estoy feliz por ti, esa es una gran oportunidad y creo que llegarás muy lejos ─le sonrío.

─Gracias ─sonríe de regreso, notablemente aliviada─. Ya llegamos, por cierto ─me informa.

Mientras ella estaciona su carro yo no puedo evitar fruncir el ceño.

─ ¿Esos no son los carros de Kylie y Kean? ─le digo señalándolos.

─Lo son.

─ ¿Y por qué están afuera de tu apartamento? ─interrogo.

─Porque nos están esperando adentro.

─ ¿Quiénes exactamente? ─digo, porque lo hace ver como si fuesen más que solo ellos─. ¿Por qué?

─Ya lo verás ─me guiña un ojo.

─ ¡Madison! ─me quejo.

─Confía en mí ─dice simplemente y se baja.

Suspiro.

─De tal novio, tal novia ─murmuro antes de seguirla.

─ ¡Feliz cumpleaños! ─gritan con entusiasmo en cuanto entramos por la puerta, arrojando serpentinas.

─ ¿Eso es? ¿Una fiesta sorpresa? ─pregunto mientras me quito las serpentinas de encima y saludo a mi hermana, mi mejor amiga, Kean y Felicity.

¿Para eso tanto misterio y alboroto?, resoplo mentalmente.

─No exactamente ─me dice Madison con una sonrisa.

─ ¿Entonces qué? ─inquiero perdiendo la poca paciencia que tengo─. ¿Será que alguien finalmente me va a decir de qué se trata todo esto? ¿De qué se trata el bendito plan?

─Vamos a prepararte para tu regalo ─dice Marianna con una enorme sonrisa como la de Madison.

─ ¿Prepararme? ─pregunto antes de echar una mirada alrededor y me asusto al verlos a todos sonriendo de la misma manera.

El Resonar de las CampanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora