─Dios mío, ¿qué te pasó? ─exclama Madison, impresionada, al ver a Gerald golpeado y sangrando cuando entramos en el carro.
─Es el resultado de mis mentiras ─le digo con un suspiro desde el asiento trasero.
Al mismo tiempo él le explica:
─Bueno, Richard pensaba todo este tiempo que yo era quien mantenía triste y con el corazón roto a Kendra y como estaba llorando cuando llegué, creyó que yo también fui el responsable y simplemente fue la gota que derramó el vaso.
─Sí ─confirmo─. Estaba furioso e incluso le ordenó mantenerse lejos de mí, pero cuando finalmente nos escuchó, le dijimos que le había mentido, que nunca pasó nada entre los dos y que solo éramos mejores amigos.
─Y ahora ya todo está bien aunque se encuentra un poco avergonzado por golpearme ─termina Gerald.
─De seguro te lo merecías por haberle roto el corazón a alguna chica y no haber sido golpeado en ese momento ─comenta Madison divertida.
─Fue lo que dije ─él sonríe y ella se pierde en esa sonrisa.
─Pero ahora ─reacciona y se gira hacia mí mientras Gerald maneja─. Lamento que todo haya salido mal.
─ ¿Cómo saben que lo hizo? ─inquiero─. ¿Y cómo siquiera fueron a dar a mi apartamento y sabían que estaría allí?
─Estábamos por la zona.... ─empieza Gerald.
─Sí, y se nos ocurrió pasar por tu apartamento solo para ver cómo iban las cosas y...
Interrumpo a Madison.
─ ¿Nos estaban espiando? ─arqueo una ceja.
─Por supuesto que no ─dice de inmediato Gerald.
─ ¿Cómo crees que haríamos algo así? ─ella intenta sonar ofendida.
─ ¿Lo hicieron cierto?
─Sí ─aceptan los dos al unísono.
─Chicos...
─Queríamos asegurarnos que todo estuviera bien ─defiende él.
─ ¿Y estuvieron esperando fuera del night club y luego fuera de mi apartamento?
─Sí ─afirma.
─Así que vieron salir a Cristine.
─Y luego que Kyrian se fue con ella ─dice Madison con tristeza.
─Creo que fue una señal para que no lleváramos las cosas más lejos ─suspiro y me hundo en el asiento─. Ya me siento lo suficientemente culpable.
─ ¿Te arrepientes? ─inquiere él.
─ ¿Sinceramente? ─digo─. No, no lo hago. Así que gracias. Incluso poniéndome en una situación demasiado difícil de llevar, fue bueno tener un cierre.
─Y vaya que debió ser bueno porque estuvieron allí dentro por horas ─comenta divertida Madison.
─Nos quedamos dormidos ─defiendo.
─Ajá.
─Es en serio.
─Bueno, bueno, te vamos a creer porque de cierta manera tiene sentido que se durmieran con toda la acción que tuvieron ─dice Gerald y puedo ver cómo me levanta sus cejas a través del retrovisor.
Eso provoca que me sonroje mientras ellos se ríen.
─De todas maneras, cuando despertamos intentamos llamarte y no contestaste ─lo regaño, cambiando de tema.
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El Resonar de las Campanas
ChickLitPerdona mi dura reacción Me pusiste en un aprieto Y si estoy siendo honesta Espero que me atrapen Mostrándote que estoy feliz No te permito ver mi verdad -Wedding Bells, Jonas Brothers.