Oushitsu Kyoushi Haine ♕ [Ships]

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Bruno von Glanzreichx Heine Wittgenstein.

Ship: ¿HeiBru?

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—¡Maestro! ¡Maestro!

Heine no tuvo que voltear para saber de quién se trataba, era Bruno.

Desde aquel día en el que logró hacerle la entrevista después de demostrarle, aunque al principio no quisiera, que no era alguien "inferior" a él respecto a los estudios, y otras arias importantes, al parecer todo iba mejor.

Bruno reconoció a su tutor, y más que eso, se puede decir.

—¿Sucede algo príncipe?

Bruno llegó lo más rápido que pudo hacia su maestro, no le gustaba correr a decir verdad. Era de aquellas personas más estudiosas y aplicadas, en vez del tipo de personas deportivas. Aunque sabía bien que no hay personas determinadas para cierta cosa; a veces hay personas deportivas que también son estudiosas por ejemplo.

El príncipe se perdió en sus pensamientos por unos segundos, y al recordar a qué había venido reaccionó avergonzado por haberse quedado en las nubes momentáneamente.

—Lo siento maestro. —Bruno hizo una reverencia y Heine no comprendió a qué se debía.

—¿Eh? ¿Por qué te disculpas?

—Por lo del dibujo que ha hecho. M-mis hermanos no han sido capaces de apreciar su arte, pero yo lo entiendo maestro, todo lo que usted hace es capaz de impresionarme.

Heine asintió sintiéndose aunque no quisiese admitirlo halagado, nunca nadie lo había elogiado por ninguno de sus dibujos. Él mismo sabía que aquellos no eran los mejores, así que no necesitaba la opinión de nadie al respecto, pero al parecer recibir el halago por parte de Bruno le había gustado mucho.

—Gracias... pero aún así no es necesario que te disculpes por ellos. Por favor levante la cabeza príncipe.

Bruno levantó la cabeza con una sonrisa que no pudo ocultar al sentir una de las manos de su maestro moverse con lentitud sobre su cabello. ¿Eso había sido una caricia? ¡Estaba tan feliz que hasta creía que su felicidad era más rápida que la velocidad de la luz! Y aquello era mucho decir.

—¿Has venido sólo por eso? —inquirió Heine, quien tenía que mirar a Bruno desde abajo debido a la diferencia de altura.

—E-eh... no, bueno... sí, pero ahora que lo pienso m-me gustaría poder tener otra clase con usted maestro. Sé que ya tuvimos la particular de hoy, pero recibir parte de su conocimiento a través de su gran y noble enseñanza me hace tan feliz que simplemente no puedo evitarlo.

Bruno tuvo el impulso de llevar las manos a su rostro al sentir su rostro arder por la sinceridad que había tenido segundos atrás. Lo había dicho todo por impulso, pero era absolutamente lo que pensaba y sentía.

Perdido otra vez en sus propios pensamientos, observó la mirada rojiza y persistente de su maestro con detenimiento. Desde hace días que se sentía atraído por aquella mirada, así que la verguenza que sentía pasó a segundo plano.

A decir verdad, Bruno no había tenido mucha atracción por cosas que no fueran el estudio, y al llegar a un lugar tan importante como el que su padre ocupaba; ser rey era algo de lo cual admirar con todas sus responsabilidades.

Heine dudó en aceptar el pedido por parte del príncipe, sabía que tenía que cumplir con sus responsabilidades y una de ellas era darles una clase a los príncipes juntos y la otra una clase individual por día. Aún así no pudo resistir la sinceridad que le había mostrado Bruno ya que le hacía recordad a su yo pasado, y por eso terminó cediendo.