En el mundo hacen falta más personas sin miedo, sin miedo de arriesgarse, de caer y levantarse las veces que sean necesarias. Hacen falta personas entregadas, que crean que es posible, que vean los obstáculos como formas de superarse, que quieran vivir sus propias experiencias, que no teman de los comentarios. Falta más iniciativa y menos orgullo; más guerreros y menos estrategas; faltan soñadores y menos realistas