Iceberg [Camriana]

Capitulo 5

Camila estaba caminando por los pasillos con su madre, hablando con el capitán del barco.

Camila: Señor, estos son muy pocos botes salvavidas, ¿Qué pasaría si el barco colapsa?.

Capitán: De echo, propuse que hubiera más, pero "eso hubiera arruinado la forma en que se vería el barco"

Camila: Eso es muy estupido.

Sinuhe: ¡Camila!

Camila: Ya se mamá, no es apropiado que diga ese tipo de palabras.

Capitán: Conmigo no hay problema, opino exactamente lo mismo, fue muy estupido.

Camila: No alcanza para todos los pasajeros ¿Cierto?

Capitán: Ni para la mitad Señorita Cabello.
Ahora vallamos a ver otras partes del barco señoras.

Camila escucho que alguien la llamaba, era Ariana, estaba metida en un abrigo de hombre y un sombrero.

Ariana: Tengo que decirte algo.

Camila: Ariana, es mejor que ya no nos veamos.

Ariana: ¿Qué? ¿Porqué?

Camila: No es correcto.

Ariana: ¿Desde cuando te importa lo que es correcto o no?

Camila: Solo, tengo que irme.

Camila se fue dejando a Ariana ahí parada.

Ya era tarde y Ariana caminaba por la cubierta y vió a Camila parada cerca del barandal.

Ariana: Espero que no quiera saltar de nuevo señorita.

Algo dentro de Camila se movió.

Camila: No, no pasará de nuevo.
Ari, porfavor perdoname, no debí rendirme tan pronto. Te quiero.

Ariana: Ahora soy yo la que no quiere.

Camila: ¿Qué?

Ariana: Es broma cariño. Mira te enseñare algo, cierra los ojos.

Era el atardecer, así que la vista era hermosa.

La llevó con cuidado hacía la punta del barco y la subió cerca del barandal.

Ariana: Camila, abre los brazos.

Camila abrio los brazos y Ariana los abrazó entrelazando sus dedos.

Ariana: Ahora, abre los ojos.

Camila obedeció y podría jurar que era el mejor momento de su vida, pero no mejor que lo que estaba por venir.

Ariana abrazó de la cintura a Camila por detrás y ella giró su cabeza, ambas juntaron sus labios fundiendose en un beso que era el mejor que cualquiera de las dos había podido dar, en un barco hermoso, en el mar, con un atardecer a su merced, y el aire pegando en sus caras, ese si era el mejor momento de sus vidas.