Angeles del cielo ( mi mundo de fantasias )

CAPITULO N° 27 SI CONOCES MI MUNDO .... PARTE 2.

PDV DE MAYCOL.

-Es aqui- grito ella, señalando un enorme edificio. Acaso su mundo cabia en un edificio, o habia algo alli dentro que la llevaba a él.

-pero....-agrego buscando mi rostro. Deje de contemplar el edifcio, para observarla.

-pero...- le conteste.

-no puedo llevarte a mi mundo, sino contestas mi pregunta.- dijo tocandose el cabello. Siempre encontrando la forma de salirse con la suya. Ella parecia tener varios secretos, pero los demas no podian. Aunque no debia culparla por algo que no podia contestar. Metas, sueños y futuro, eran palabras inalcanzables para nosotros, pero para los humanos eran, su combustible para la  vida. Si sabian pelear por ellos.

-cuales son los tuyos? -dije queriendo esquivar la conversación.  Ella solo sonrio, desviando su atención hacia el edificio. 

-eso te dire cuando entremos alli. Contesta mi pregunta?.- tenia que pensar algo rapido. 

-me interesa mucho lo relacionado con el campo de la medicina , y la investigación . No se todavia que expecificamente, pero creo que tengo tiempo suficiente para decidirlo. . -dije tratando de sonar seguro. 

-ooh eso quiere decir que soy una chica acosada por los futuros medicos de este pais. - dijo alardeando. 

-acosada por mi? creo que sueñas mucho. -dije riendo. 

-ja.... -agrego ella al instante. -que estes aqui conmigo hoy, es tu sueño mas oculto hecho realidad. -dijo algo confiada. Pero nada, podria ser mas cierto. 

-engreida. -le dije un poco ofendido, y celoso. Eso significaba que habia alguien tambien interesado en ella , pero quien el chico del colgante o el que la altero el otro dia - Asi que eres la futura señora de un medico. El chico del otro dia tambien quiere ser doctor?- agregue imaginandola en una casa enorme, con su marido,  y los 6 niños,  y 6 niñas que queria adoptar, tambien en la espera de un hijo de los dos . Ella cambio su expresión al instante.

- No sigamos perdiendo el tiempo,  mejor entremos. - dijo ella seriamente. Parecio ofenderle mi pregunta, la verdad hubiera querido saberlo. Entramos al edificio, y habia una oficina de recepción, con unos hombres de seguridad ubicados en ellos. Los dos hombre, uno muy mayor,  y otro un poco mas joven. Este ultimo, dejo de conversar al vernos entrar, y se acerco a nosotros.

-disculpen no pueden pasar. El horario de paso al publico termino.  Podran ingresar mañana. - dijo cuando se encontraba a unos centimetros nuestro.

- que rayos!!!- grito keyla. - tu quien eres? -volvio a decir.  El joven que sorprendido por las palabras de ella.

-keyla vamos. Mañana regresaremos, si quieres.- dije tratando de que no nos echaran patadas.

- No - dijo rotundamente. Era la primera vez que veia a keyla comportarse de una manera, que imagine que era una chica caprichosa. - quiero entrar ahora. Donde esta alberto? - dijo caminando hasta la recepción. Pero este la freno tomandola del brazo. En ese momento puse mi mano sobre su hombro. No queria que nadie la tocara o la lastimara.

- por que no la sueltas.- agregue. Pero en ese momento, el anciano que se encontraba en recepción volteo a observarnos. 

- Niña ¿como as estado? - dijo al ponerse sus lentes, que se encontraban en el mostrador. Él hombre de seguridad solto a keyla. Esta lo miro furiosa. 

- alber,  por que sigues tratandome como un niña, no vez que he crecido? - dijo ella sonriendole, y  fue corriendo a darle un abrazo.

-pues inclusive con mis gafas,  ya no veo bien. Ya estoy muy viejo, por ese motivo Angeles me autorizó a entrenar a alguien de confianza, mi nieto. - contesto el cansado anciano, y señalo al joven que se encontraba a mi lado.