Cuando llegue a casa me quiete los tacones y me fui directa a mi habitación. Me puse el pijama y fui directa para la cama. Cerré los ojos y el sueño me invadió.
<Me encontraba de nuevo en la discoteca, al mirar a la barra me veo reflejada en unos de los espejos y me di cuenta de que estaba en pijama. Miro a mí alrededor y veo que me encuentro sola. Me dirijo hacia la salida y me encuentro con una silueta familiar, se gira y no doy crédito de lo que estoy viendo. ¿Qué está pasando? ¿Qué hace él aquí? se me acercó lentamente y me besó. Era tan diferente de como había sido en la discoteca. El beso era tierno y dulce. "Somos el uno para el otro" - dijo susurrándome al oído.>
Desperté de golpe, alterada miré el reloj eran la diez de la mañana. Tenía la sensación de que necesitaba una ducha. Salí de la cama y me apresure para darme un baño de espuma. Cuando llegue a la habitación. Cogí el móvil y tenía un mensaje de Katia:
"Nena te pasamos a recoger a la una. Tenemos una sorpresa para ti. Un beso."
Las sorpresas de Katia siempre suelen ser o ropa nueva o una cita a ciegas. Seguramente será ropa ya que es una compradora compulsiva. La conozco muy bien es como una hermana para mi. Tengo un hermano mayor. Se llama Álvaro trabaja en Estados Unidos. Fue a trabajar por medio de nuestro padre ya que tiene contactos allí y le ofrecieron un puesto de director en un banco. Se le hecha de menos, pero Katia me ayuda a que su ausencia sea mas llevadera. Espero que venga pronto tengo muchas ganas de poder abrazarlo.
Me fui a la cocina a desayunar, estaba hambrienta. En la nevera había una nota de mis padres diciendo que salían a hacer unos recados. Abrí la nevera y cogí un zumo, la mantequilla y la mermelada y me hice unas tostadas. Me prepare un café y mientras desayunaba miraba las notificaciones del Facebook. Una vez que termine fui a la habitación a vestirme, mire por la ventana para ver el tiempo que hacia y escoger la ropa que llevaría. El cielo estaba despejado y se vaticinaba un día de sol. Abrí el armario y escogí un vestido rosa palo, ceñido y con tirantes; unas sandalia de tacón alto y una chaqueta vaquera. Me fui a peinar y me recogí el pelo y maquille. Para cuando acabé ya era casi la una. Al poco rato Katia y Tristán llamaron a la puerta. Cogí las llaves y me fui. En el portal se encontraba Tanto Katia como Tristán esperándome con una ligera sonrisa granuja. Les pregunte a donde íbamos y ellos no quisieron contestarme. Se pusieron a caminar y yo les seguí hasta el coche de Tristán. Me piden que me siente y que confíe en ellos. Pasamos poco rato en el coche hasta llegar a un aparcamiento casi desierto a las afueras de la ciudad. Se bajan del coche y Katia me pide que me baje del coche.
Al poco rato aparece un coche; Un chryler Viper de color negro. Se notaba que el conductor tenía solvencia económica. Se acerca y aparca al lado nuestro. No conseguía distinguir al conductor ya que el sol se reflejaba en el cristal impidiéndome ver el interior del coche. La puerta del conductor se abre. Espero a que salga para verle la cara y entonces lo reconozco. Era Eric. "¿Por qué me habéis traído aquí? ¿Y que hace él aquí?" Les digo molesta por haber organizado todo esto a mis espaldas. ¿Por qué lo han hecho?
¾ En principio íbamos a quedar los tres para ir a la feria de novela negra ya que Katia me comentó que te gusta mucho leer. – Me dijo Tristán mientras se acercaba a mí. – Se lo comenté a Eric y me dijo que no le interesaba mucho esas cosas y cuando supo que vendrías se apuntó.
¾ Pero como todavía es muy temprano, Hemos pensado ir a comer todos juntos primero y luego ir a la feria. ¿Qué te parece? – Dice Katia.
"No me puedo creer que me hayan preparado esta trampa." Seguramente la idea de decirle a Eric que yo iría también era una estratagema de Katia para buscarme novio.
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Entregados
Ficção AdolescenteUna joven estudiante y futura empresaria , conocerá a un chico que le cambiara la vida.