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El padre de Nat y Jane casi ya no estaba en casa luego de la muerte de su esposa, la madre de ambas. El salía cada noche dejando a la mayor a cargo de todo, aun que en ese entonces tuviese 9 años y su hermana 6.

Siempre dejaba grandes cantidades de dinero antes de salir, era bastante irresponsable, aunque claro, las menores aprovechaban ese dinero para comprar sus almuerzos hechos de gominolas y Coca-Cola que compraban a la señora del quiosco de enfrente.

Una vida bastante difícil, claro que estando en Santiago de Chile nadie se preocuparía de dos menores que quedaban solas en casa, peligrando por su vida. Ninguna iba al colegio, todo lo aprendían de las noticias y nuevamente de la agradable señora del frente, ella era como una abuela para ellas, era lo único que podían llamar "Familia".

-Nat, tu crees que cuando seamos grandes podamos trabajar como la señora Gomez?- pregunto inocente la menor desde la parte baja del camarote.

-Claro que podremos, es fácil, debes cambiar la comida por los papeles de colores y botones brillantes, además de ver teleseries toda la tarde- respondió la mayor a la mirada atenta de jane atreves del colchón.

- Igual me gustaría ser como el papá, ósea tener una moto y viajar por todo el mundo- comento ilusionada.- Debe ser bacán.

-Seria bacán que las dos viajáramos por el mundo y tuviéramos muchos papeles de colores para gastarlos en ositos de goma y papas fritas.

-Y Coca-Cola- imagino saboreándose

-Tu nunca cambias- Comenzaron a reír.

+5 años después:+

-FELIZ CUMPLEAÑOS NUMERO 11 JANE!- Grito nat emocionada

Durante 1 año completo el padre de ambas no había aparecido, pero les abrio una cuenta en el banco donde les depositaba cantidades de dinero todos los dias, por lo que decidieron irse de la casa y arrendar un depto. en el centro, Claro que con 14 y 11 años no lo iban ah hacer solas, su tio las ayudo esta vez. Ya no había nada que las mantuviera en su antiguo hogar, la señora Gomez había muerto 2 años atrás. Nat había comenzado ah ir a clases al igual que Jane, un socio de su padre había llegado con ordenes de inscribirlas en una escuela cercana al lugar.

- Ven te tengo un regalo, lo compre con los ahorros del banco- Jane emocionada siguió a su hermana hasta el piso de abajo- Cierra los ojos.

-Esta bien- Jane tapo su cara con ambas manos.

Nat corrió hasta el regalo que se cubría con una gran manta para al fin decirle a su hermana que abriera los ojos.

-N-no lo puedo creer, Nat!- Sus ojos se llenaron del sentimiento que llamamos emoción, sus ojos deslumbraban- ¡Recorreremos el mundo! solo falta que tengamos dinero!

Así era, Nat había comprado una moto para su pequeña hermana, tendrían que esperar algunos años para poder usarla, pero era completamente suya.

-El tío Pancho me ayudo para comprarla, el no pudo venir pero no importa estamos las dos- sonrió la mayor de cabellos anaranjados y ondulados, corriendo para abrazar a su hermana.

-Nat, te prometo que yo me encargare de que recorramos el mundo, yo ganare el dinero y tu lo contaras, sabes lo mala que soy matemáticas- Rio con lagrimas en los ojos.

-Claro que si Jane, claro que si...

+5 años y medio mas+

Comenzaba la carrera, la chica misteriosa y su misteriosa manager estaban listas para la carrera. Mientras Nat estaba al lado de la salida de meta observaba a su hermana menor de 16 años montada en la moto que años atrás habían comprado.

El marcador comenzaba a sonar, en sus marcas, listos !Fuera¡

La chica comenzaba lento, dejando que su contrincante la pasara. El publico gritaba, ¿¡Por que hacia eso?! habían apuestas de por medio. El otro competidor sonríe pensando que ya ah ganado, pero la chica activa una especie de turbo y acelera dejándolo tras ella y ganando la competencia.

Sus socios se acercar, le entregan el dinero que gano gracias a las apuestas de los demás competidores. Un nuevo botín, solo significaba una cosa.

-Nat! ven weonaaaa, vamos a comer?- Le grita a su hermana mayor.

-Dale, tengo hambre, esto de verte ganar siempre da hambre- Ríen ambas.

ya llevaban dos años en el negoció de las carreras clandestinas, claro que en un inicio perdían mas que ganaban. no es fácil manejar una moto a los 14 años con la esperanza de que en ella recorrerás el mundo, además de el colegio, que ya comenzaba a ser molesto. en fin faltaban 2 años y se irían de ese mar de gente estúpida que prefiere estar encerrada en un cubículo gris frente a una computadora todos los días antes que ser vivir libremente, sin reglas.

De pronto se acerca un chico, bastante guapo la verdad, se le notaban los nervios, además llevaba flores. Se le acercó a Jane para hablarle.

-Eh... hola, oye, quieres ir a tomar algo? n-no es necesario que sea ahora, pero, no se algún día?- La pequeña pelinegra se limito a mirarlo para luego contestarle.

- Lo siento, no tengo tiempo para esas cosas, además que quieres obtener de eso? si se puede saber- Respondió seria la pequeña chica. El joven solo agacho la cabeza y se fue.

-Que fue eso?- Pregunto Nat- Por que tan fría? tan solo le pudiste haber dicho que no, gracias.

-No me interesan los hombres, no me interesa ningún sentimiento que me lleve a querer ah alguien de manera romántica- Miro con seriedad a su hermana- Excepcionando  la comida, ah ella si la amo, me casaría con un completo.- Ambas se miraron y rieron.

Ya han pasado algunos años luego de eso, Nat tiene 22 y Jane 19 aun viven en el departamento. Últimamente no han recibido dinero en su cuenta del banco, creen que su padre dejo de darles dinero por que ya pueden subsistir solas, aun así, su tío no las ah ido a visitar, ni un socio de su padre.

Estaban en el living cuando tocaron la puerta, esto no era común, Jane saco su pistola, que por cierto siempre traía con ella, después de todo no eran pocos los que querían robarle los millones que llevaba ahorrados con Nat. Se acerco a la puerta para preguntar.

-¿Quien es?- Dijo con la pistola apoyada en la puerta.

-Tengo correo para las señoritas Natalie y Janet Olivares- menciono el cartero, era inofensivo. Jane guardo la pistola y abrió la puerta.- Firme aquí porfabor.

-Gracias.- le dio unas monedas  al cartero y cerro la puerta.

Era un gran paquete, del tamaño de una maleta, y sobre este una carta. Ambas confundidas se miraron.  Abrieron con cuidado la maleta y fue grande su sorpresa cuando se dieron cuenta que esta estaba llena de billetes de $10.000, fácil dentro de esa maleta habrían 1.000 millones de pesos. Nat vio la carta y se la mostro a Jane. La carta era de su padre.

Volvieron a tocar la puerta, esta vez Nat fui quien la abrió.

-Nat? El cartero trajo algo mas?- Grito Jane. Entro un socio al pequeño departamento con Nat a su lado.

-Jane, nuestro padre murió- Dijo en tono bajo mientras sus ojos se llenaban de lagrimas.-Lo asesinaron.

Fue en ese momento que Jane sintió como la ira se metía en su cuerpo,  sintió por primera vez una sensación vengativa. No soltó ni una lagrima, se mantuvo seria, firme. Debía devolverle el favor a su hermana, ahora ella seria quien la protegiera ah ella.
Aun sin saber, que el trabajo de su padre era una mafia.









|♢Majesty♢| ~ Yaoi;YuriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora