El sabado me desperte al medio dia asi que cogi una manzana para calmar mi hambre y me meti a bañar. Tendria que usar algo de mis ahorros para comprar una nuevo vestido para la fiesta de esa noche, no podia creer que por fin hubiera accedido a ir a una fiesta, la verdad no me gustaban, habia demasiado ruido como para escuchar bien y demasiados borrachos como para disfrutarla.
En el Centro Comercial encontre un vestido de lentejuelas negras que se ajustaba a mi cuerpo y que me llegaba un poco por encima de la rodilla. Cuando regrese a mi casa ya eran las 3 de la tarde y mi madre ya se habia levantado, para mi sorpresa parecia de buen humor y hasta estaba haciendo algo de comer.
-Hola Jane ¿Donde estabas? ¿Tienes hambre?- me dijo con una sonrisa, era extraño verla sonreir pero la verdad se veia muy bella. Yo me parecia un poco a ella, ambas con cabello cafe claro y ojos azul cielo.
-Hola-conteste- fui al centro comercial a comprar un vestido para una fiesta que tengo esta noche.
-Oh y ¿me lo vas a mostrar?- pregunto muy interesada.
-Claro.
Todo ese dia fue bastante extraño ver a mi mamá sin resaca o enojada la verdad me encontaba verla feliz, sonriendo y haciendo todo tipo de comentarios agradables; me moria de ganas por saber cual era la razon de que estuviera tan feliz pero me dio miedo arruinar uno de esos escasos momentos en los que estaba feliz.
A las 7 de la tarde comenzé a arreglarme para ir a la fiesta; me maquille, peine y me vestí en menos de 2 horas, lo cual era un record para mi, Emma iba a pasar por mi a las 9 asi que me quedaba poco tiempo para aprovechar los momentos de felicidad de mi madre.
Emma llegó por mi muy puntual y, despues de halabarme por el vestido fuimos a la fiesta.
Cuando llegamos inmediatamente capture la mirada de un chico de ojos verdes y cabello teñido de morado, a pesar de su extraño tinte de cabello se veia muy guapo, aunque la verdad jamás imagine que él llegaría a ser una parta tan importante de mi vida.
