CAPÍTULO 09

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"EL SECRETO SALE A LA LUZ"

Ya pasaron aproximadamente 5 meses desde que empecé a soñar con Daniel, y la verdad ya no sé qué pensar. Todo me abruma, estoy mucho más sensible.

Lo veía en los recesos, casi siempre coqueteando con las chicas y todas con las hormonas revueltas caían rendidas a sus encantos.

Erica me fastidiaba con él.

Estoy tan confundida. Me asustan esos sueños.

¿Y a quién no?

Soñar que te casas con alguien, que tienes hijos, ves tu futuro y eres feliz realmente eres feliz y lo más triste, que esa persona no sabe ni que existes oh bueno si, pero no del todo, solo tu rostro.

Es triste, no comparado con mi situación familiar, pero si duele.

En fin, son las once y media de la noche y yo estoy en cama producto de un resfrío, sabía que no debía dormir solo en polo y short, pero yo de terca, lo hacía, así que encendí la laptop que me compraron para mis clases y me puse a leer en wattpad.

Todo es hermoso hay mucha naturaleza

—¡Elisa! — escuchó que gritan mi nombre a lo lejos.

—¡Elisa! — cada vez se escuchaba a lo lejos.

—Daniel— dije en cuanto lo vi, estaba muy feliz de verlo.

—aquí estas hermosa, ven amor hay alguien que te está esperando— dicho esto se alejó por un momento en busca de alguien.

—aquí esta mami, cariño— dijo él, con una niña en sus brazos.

—mami— era una niña aproximadamente de 3 años, cabello castaño, ojos como azul claro, como los de Daniel, piel blanca, parece una muñeca, una muñequita de porcelana.

—¿cómo se llama? — le pregunte totalmente embobada de esa pequeña.

—¿Cómo que como se llama? Es tu hija amor, es Daniela Elizabeth— respondió con una sonrisa.

—mi niña... — dije tomándola en brazos y abrazándola. Era preciosa.

—así es, es nuestra niña—susurro él —amor, ahora si estaremos juntos. Tú y nuestra hija son lo que me motivan a seguir luchando, seremos muy felices— dijo Daniel.

>>no<< — dije en un susurro al levantarme.

>>no de nuevo... << susurre

>>Tengo que hacer algo<< me dije a mi misma. Agarré mi laptop y busqué el perfil de Daniel, lo malo es que no sabía ni su apellido.

>>maldición, esto me llevara mucho tiempo<< susurre.

Busque en los perfiles de otras personas y ya me estaba cansando, al parecer no podría decirle nada y ya me estaba desanimando.

¡bingo!, lo encontré, bien hecho, me dijo mi conciencia.

Rápidamente empecé a teclear.

—Hola. Este seguramente te estarás preguntando porque te deje este mensaje bueno es por qué te tengo que decir algo importante, bueno empezaré.

Seguramente te estarás preguntando quien soy verdad. Pues yo soy Elisa, solo soy una persona con una secreta herida. Volviendo al tema yo estoy soñando contigo, sé que suena raro y no soy una acosadora, pero es la verdad, bueno la primera vez lo tome como normal, algo raro pero normal, pero, ahí no quedo la cosa, dejando un día o dos volví a soñar de nuevo, en realidad soñé contigo varias veces, bueno, si te estoy diciendo esto es porque ya no aguanto esta secreta herida, esto me está lastimando, ya no puedo dormir, aún tengo miedo de cerrar mis ojos y el solo ver tu rostro rompo en llanto, productos a esos sueños, yo sé que estoy en una depresión por otros motivos y sumándole los sueños, sé que aún no logro recuperarme, bueno, si te estoy diciendo esto es porque ya no puedo más, estoy destruida ya no soy la misma de antes y no te estoy culpando porque en mis sueños por fin era feliz y espero no incomodarte pero es lo mejor para mí y espero para ti también. Bueno ya no tengo más palabras para expresar lo que siento y esperó una respuesta por favor. Ten un gran día.

Cuando terminé de escribir eso, solté un gran suspiro, me senté en el suelo y cerré los ojos, fue cuando poco a poco empecé a llorar y poco a poco sentí como mi alma abandonaba mi cuerpo.

Sentí el sonido de una campana, es el sonido de las notificaciones, me levante de golpe, agarre mi laptop y vi un mensaje de él.

—Hola, bueno me dejaste en shock, en serio ): , no sé qué decirte, en realidad no te conozco muy bien que digamos y solo te veo en los recesos, pero se ve que eres una buena chica, pero ósea, no nos conocemos y fue bonito lo que pusiste, y te lo agradezco, pero por ahora estoy concentrado en mis estudios y no tengo tanto tiempo, me sorprendió que me dijeras que habías soñado conmigo y no sé qué más decirte espero me entiendas y si te puedo ayudar en algo no duces de avisarme. Cuídate.

Cuando terminé de leer eso, sentí un sentimiento de paz, algo que me resultó reconfortante. Si bien fue corta su respuesta, sé que me va a ayudar.

Rápidamente teclee.

—muchas gracias por comprender, descuida, sé que podre con esto y en serio muchas gracias, pero muchas gracias.

Un poco más tarde, rumbo a la escuela mi mente fue una mezcla de sentimientos, es un martirio, no sabía con qué cara verlo y a toda costa debía evitarlo.

Era la celebración de aniversario y habían hecho un festival de danzas y para mi suerte Erica no vino.

—hola señorita— me hablo Daniel

demonios

—hola— intente sonreírle, pero creo que fue solo una mueca, me sentía nerviosa, demasiado, a decir verdad.

—¿Cómo estás? ¿Mejor? ¿hay algo en lo que te pueda ayudar? — me pregunto.

—si todo en orden, ya está todo mejor y ya debo irme, cuídate— dije mientras me paraba.

—cuídate.

Y así fue toda la conversación, me fui por otro lado, un poco apartado de todos, sentía mucha vergüenza. Llegue a casa, como siempre no había nadie.

Silencio estaba la casa. Paz y tranquilidad.

Puse música y empecé a limpiar la casa.

seré tu amante bandido, bandido

Corazón, corazón mal herido

Mi lista de reproducción era tan graciosa tenia de todos los géneros y me ayudaba a distraerme y olvidarme de los problemas, además de que las canciones algunas eran graciosas y otras tristes.

Luego de ellos comencé a pintar un rosa para un trabajo de arte, no se me da muy bien las rosas, pero debo intentarlo, al culminar me di cuenta que no estaba tan mal, cene algo ligero, mientras esperaba que seque la pintura y llego mamá.

—wao, sigues empeorando— me dijo mi madre.

—si gracias, lo que se hereda no se hurta— respondí irónicamente.

—a tu habitación ahora, no puedes quedarte callada estúpida— me grito.

—si lo que digas— Resignada fui a mi habitación y me di un baño, me puse el pijama y me dediqué a dormir. 

Solo una oportunidad (Wattys 2019)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora