La carta de Harry

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"Querido Louis,

sé que escribir cartas es algo del siglo pasado, pero también se que te gusta guardarlas.

Desearía poder decirte todo esto frente a frente. Desearía poder estar ahí contigo y tomar tu mano para consolarte. Desearía poder limpiar tus lágrimas. Pero no puedo, soy muy cobarde como para enfrentarme a ti.

Voy a comenzar.

Tenía desciséis años cuando me enamoré de ti. Me habían gustado otros chicos, sí, pero nunca me había enamorado. Y fue raro, ¿sabes? Sentí que me temblaban las piernas. Quería bailar, reír, saltar. Quería descubrir el mar que tus ojos guardaban.
Tú estabas tan feliz que ni siquiera me notaste, ibas y venías, empapado en risas.
Me miraste, sonreiste, te acercaste. Ahí lo supe, mi vida nunca sería igual sin tu melodiosa voz. Me contaste sobre lo emocionado que estabas por tu audición, que habías ensayado durante tiempos libres y que tu madre se sentía orgullosa. Me hiciste un par de preguntas y te despediste. Fue el adiós que más vacío me dejó.

Pero luego todo dio un giro inesperado, decidieron que estaríamos en la misma banda. Sentí tus brazos evolverme. Sentí tu respiración acelerada en mi cuello y tu grito en mi oído: "¡Harry, estaremos juntos! ¡Nos haremos famosos!". Sonreí. Pero fue una sonrisa ingenua, nunca imaginé que de verdad nos haríamos famosos. Realmente, en la mente del niño que era, pensé que sería un juego, que cantaríamos en algunos centros comerciales y luego volvería al colegio. En cambio, eso no fue lo que pasó.

De la noche a la mañana era una celebridad. De la noche a la mañana tenía reglas, limites, prohibiciones. De la noche a la mañana dejé de saber qué hacer.

Estaba perdido en ese nuevo mundo. A veces me sentía tan agobiado que lloraba,
y tú venías,
y me abrazabas,
y me decías que todo estaría bien,
que solo tenía que esperar.
Y yo esperé, Louis, te lo juro. Esperé, pero tú me mentiste, nada nunca estuvo bien.

En el medio de mi inestabilidad, me confesaste que estabas enamorado de mí. Yo ya lo sabía por la forma en que me tratabas; siempre me cuidabas; me abrazabas; me besabas la nariz y tomabas mi cintura. Te correspondí, porque yo sentía amor.
Era el amor más puro e inocente del mundo. Era lindo.
Nos besábamos en los baños, a veces los labios nos quedaban rojos y reíamos como locos. Tomabas mi mano bajo la mesa, y siempre me acariciabas los dedos. En las noches me escabullía para ir hasta tu habitación y dormír contigo. Me comprabas mis chocolates favoritos y compartíamos ropa. Era hermoso.

Pero alguien lo notó: Zayn.
Después de la cena, esperó que todos nos fuéramos a dormir y fue a buscarte. Te dijo que le dabas asco, que como el integrante mayor de la banda debías de tener un poco de cordura. Le negaste todo, diciéndole que solo estabas pasando el tiempo, y le pediste que no dijera nada. Él se fue. Yo salí del baño con los ojos llorosos y azoté la puerta.
Esa noche me encerré en mi habitación, y por más que tocaste por horas, nunca te abrí. Me dolió, aunque no sabía porqué. Esa puntada en el corazón jamás desapareció, hasta el día de hoy la siento por las noches.

Me pediste perdón por "ser tan idiota". Repartiste besos por todo mi rostro, juraste amor eterno. Y todo siguió como antes. Pero entonces Zayn se enojó con nosotros, especialmente conmigo por ser tan "marica" y le contó todo a tío Simon.
Ahí aparece Eleanor, tu nueva y perfecta novia. Y lo mejor, era una chica. Una chica con ojos cafés y el pelo más hermoso del mundo.

Por las noches me platicabas sobre lo fastidiosa que era, y cuánto pensabas en mí mientras estabas con ella. Que tomarle la mano te daba asco y odiabas si tono de voz. Que me querías a mí en su lugar. Louis, tú no sabes cuánto quería yo estar en su lugar.
Y así nuestro amorío siguió, hasta que una tarde, sentados en el jardín, me pediste que fuera tu novio. Grité de emoción, llorando te dije que sí.

Todo se tornó de los colores del arcoiris. Era amor por donde quiera que miraba, siempre te veía a ti. Viajamos por el mundo. Nos tomamos las manos bajo la torre Eiffel. Nos emborrachamos en Nueva Zelanda. Nos besamos sobre la arena de Seven Mile Beach. Y finalmente, nos comprometimos en Las Vegas. Sí, nos comprometimos.
Me juraste fidelidad, cariño, amor y honestidad. Yo te di mi corazón.
Éramos tan felices, que de verdad, no importaba si debía besarte en el closet. Yo te amé, profundamente. Con locura recorrí tus mares y descrubrí el sol que en ti se escondía. Regué tu desierto y caminé horas sobre tus millas de piel. Me escondí en tu hombligo y llegué a tu boca. Sediento, bebí de tus playas. No me importaba ser forastero, mi amor, nadaba en tus venas, respiraba tu miel. Era feliz. Era feliz como nunca había sido.

Era.

Zayn decidió dejarnos e iniciar su propio camino. Las últimas palabras que me dijo están grabadas en mi mente. "Me alejaste de Louis, me alejaste de la banda, me alejaste de lo que me gustaba. Espero estés contento ahora, marica".
Liam me culpó por su abandono, y aunque luego me pidió disculpas, sé sigue pensando que fui yo quien lo obligó a irse. No lo culpo, yo pienso lo mismo.

A nadie le importó arrancarte de mí. Me ahogué en llanto, y a nadie le importó. "Tienes un hijo ahora" te dijeron. Quedaste helado, yo me derretí. Las entrevistas se volvieron un caos llenas de preguntas sobre paternidad. Te volviste distante conmigo. Yo intenté amarte, lo intenté hasta que perdí el amor por mí mismo. Quería entenderte y no podía, pero tú ¿alguna vez pensaste como me sentía yo? No.

Te importaba tu imagen, tu familia, la banda. Te importaba todo menos yo. Decidiste elegirlos a ellos. Decidiste que sería mejor darnos un tiempo. Acepté.
Perdí toda la fuerza, y el único que secaba mis lágrimas era Niall. Le agradezco tanto. Juro que no sé que hubiese sido de mí.

Luego volviste, arrepentido, con un par de anillos de oro. Pero, Louis, estoy cansado de ocultar nuestro amor. Estoy cansado de luchar contra la corriente y no poder tomarte de la mano donde se me dé la gana. Estoy cansado de esconderme en la oscuridad y tener que esperarte allí. Estoy cansado de desperdiciar mi tiempo con mujeres que no me interesan. Estoy cansado de ser "el mujeriego". Estoy cansado.

Lo siento mucho, cariño.

He decidido dejar la banda. No, no voy a sacar mi propio álbum. No te dejo por dinero, te dejo por cobarde. Porque no puedo, no quiero, no tengo fuerzas de fingir ser quién no soy.

Pero más allá de dejar la banda, te dejo a ti. Sé libre, mi kiwi. Sé libre tanto como quieras.

Voy a guardar tu secreto. Puedes borrarte todos tus tatuajes, puedes tirar los anillos, puedes borrar las fotos. Yo ya borré tu amor.

Te quise, Louis. Te quise mucho, pero no fue suficiente para ganar esta pelea.

Sin amor,

Harry Styles".


Querido LouisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora