Eleanor - parte 1

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Eleanor entró al apartamento que Louis y Harry compartían. Odiaba ese lugar, siempre olía a sexo y cigarro. Se preguntaba cómo Harry podía aguantar a Louis fumando y drogándose todo el día, teniendo que aguantar toda esa clase de olor vomitivo. Vaya asquerosidad.

-Lou, cariño, ¿estás aquí? -Lo llamó mientras ingresaba aún más a la sala de estar. -Wow, ¿qué carajos? -Susurró al ver aquel caos. La ropa del menor se encontraba rasgada a tijeretazos por doquier. El sillón dado vuelta y la televisión rota en mil pedazos.

Sintió temor. Últimamente Louis se había comportado como un loco: violento, agresivo, inestable. La había tomado de las muñecas un par de veces, y aunque no pasó de allí, Eleanor temía que algún día la golpeara.

Es decir, ella entendía que él la odiara, pero no era su culpa. Bueno... en parte. Sí es verdad que ella había firmado ese contrato, pero vamos, ¿quién no lo haría? Era una simple estudiante, y frente a la tentativa oferta de miles de dólares no lo dudó. Además, sería la novia de uno de los integrantes de la banda mas famosa del momento. No pudo negarse.
Cuando conoció a Louis pensó que era el ser humano mas ardiente del mundo. Quiso quedárselo para ella, quiso arruinar su relación con el otro gay, quiso tener sus hijos y comprometerse. Pero luego vio a Harry, tan pequeño y frágil, con los ojos rojos del llanto. Lo abrazó. Fue un impulso, pero se sintió tan bien reconfortar al menor.

Ese día hablaron por horas, mientras tomaban un café y miraban Friends.
-Yo no quiero que Louis me deje. -Escuchó que dijo el rizado, casi en un susurro, como si decirlo en voz alta lo haría realidad.
-No lo hará, confía en mí. -Le sonrió con cautela.
-Pero, Ele, tú eres tan bonita. Estoy casi seguro que me abandonará.
-Eso jamás pasará, Harry. Somos amigos ahora, puedes creer en mí.

Pero a diferencia de Harry, Louis nunca, nunca, quiso ser su amigo. Ni siquiera la miraba. La odiaba.

-Lou, tienes que tomar mi mano. -Rogó por tercera vez, mientras sonreía para las cámaras.
-Déjame en paz. -La atacó enojado. Pero ella solo intentaba hacer su trabajo, y su trabajo era ser su novia, o al menos parecerlo.

Con el paso del tiempo, su "novio" comenzó a tratarla peor, y peor, y peor. Se enteró, entonces, que eso se debía a su noviazgo con Harry.

-Es imposible, Simon. No me habla, no me mira, no me escucha. Nada. Soy invisible para él. -Le dijo con un deje de cansancio en su voz. Pero el hombre sabía que había algo más allí que solo cansancio, sabía que Eleanor se había enamorado, y se sentía rechazada.

-Vamos. Deja de mentirme. Te enamoraste de Tomlinson. No puede ser, demonios. -Se rió, pero ella no. Sus mejillas de tiñeron de rojo.

-No es eso. Vine aquí para hablar, y tú no me estás tomando en serio. ¿Acaso quieres que todo el mundo se entere de tu pequeño fraude? -Lo amenazó. Se había sentido dolia con su cometario. Porque era cierto, se había enamorado perdidamente de Louis. Amaba el calor de su mano, o cuando lograba sacarle una risita. Amaba incluso cuando lo hacía enojar, amaba sus pequeñas arruguitas bajo esos ojos azules. Oh, sus ojos, que maravilla... Pero, lo peor de enamorarse de Louis no era que él no la quisiera, era que ella no podía engañar más a Harry. Su amigo.

Su amigo. Quería mucho a ese pequeño de rizos color chocolate. Él siempre le preparaba café y se sentaba junto a ella fascinado al escuchar sus historias de la universidad. A veces, cuando estaba triste, acariciaba su cabello. Y se sentía bien, porque nunca había sido protegida de esa manera. Nadie nunca se había preocupado por su binestar.
Así que cuando tomó la decisión de contarle todo, sabía que perdería a la única persona que la quería.

-Harry, precioso. ¿Cómo estás hoy? -Lo saludó mientras dejaba su bolso sobre el sofá y luego besaba su sien.
-No muy bien. -Dudó en contarle, pero al final sonrió. -Louis está enfadado contigo.

Louis. Escuchar ese nombre era una pesadilla. Y sí. Le había confesado que lo amaba, que lo quería, que estaba enamorada. Le había pedido que dejara a Harry, que aceptase ser su novia de verdad. Pero él estalló en carcajadas, negando con la cabeza, y se fue. Dejándola allí, sola y hecha un mar de lágrimas.

-¿Louis te contó? -Le preguntó alterada, con los ojos saltones. El menor se extrañó. Oh oh.
-¿Contarme que? -Inquirió con intriga, entrecerrando los ojos.
-Harry, odiarás lo que voy a decirte, pero debo ser sincera contigo. -Vio en sus ojos que para su amigo eso era predecible. El suspiró con tranquilidad, y sonrió. Pero fue una sonrisa cínica, nunca antes la había visto en él. -Deja que te explique, sé que me entenderás. -Pidió tímida.
-Vete de aquí, Eleanor.
-No, debes escucharme. No pude evitarlo. Lo amo, Harry, lo amo. Quiero que sea mío. No puedo soportar que te ame a ti. -Sus ojos se aguaron, pero no pensaba detenerse por más que él llorara. -Haré que sea mío.
-¡Vete a la mierda! Eres lo peor que puedo habernos pasado. ¿No te das cuenta que Louis no te quiere? El desea estar conmigo, es a mí a quien ama. ¡Vete! -Sus voz demostraba el enojo que sentía por todo el cuerpo. Eleanor tembló.

-¿Harry? ¿estás llorando, amor? -Esa voz.

Lo que siguió fue caos.

Querido LouisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora