Hoy me he levantado con una sensación de intriga en mis entrañas, hoy vendrá el alumno nuevo. He desayunado una tostada con mantequilla y un vaso de zumo y me he prepardo la mochila para el instituto, los lunes no me resultan muy agradables pero hoy, siento que habrán grandes sorpresas.
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Estoy en clase de filosofía, la segunda clase del día ¿A qué no adivinas quién es el misterioso alumno?
¡OBRIEN JACKSON!
Sí, resulta que Obrien a parte de mudarse a mi barrio se ha apuntado a mi instituto, lo único malo del tema es que lo han sentado al lado de Natalie, tengo un mal presentimiento sobre lo que pueda decirle esa bruja de mí, pero estoy segura de que Obrien no lo creerá y estará de mi parte, espero. Bueno, hoy será mi primer almuerzo que no esté sola en mi mesa.
Lo que decía, Obrien y yo nos hemos sentado juntos bajo las miradas de envidia de las tres brujas, no sé por qué si, ellas nunca van solas, nos miraban mucho y cotilleaban entre ellas, sólo distinguí un par de frases, «No sé que le ha visto a la rara esa»... «Una de cal y otra de arena»... No las entiendo. Ellas están en la cúspide de la pirámide social y yo estoy enterrada de cuello para bajo en la planta más baja de susodicha pirámide.
Obrien me ha vuelto a invitar a su casa ya tenía ganas de volver es muy majo y hasta podría decir una persona a la que no le parezce que esté tocada del ala, bueno ya te contaré más adelante de cómo ha ido la tarde.
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Acabo de volver de casa de Obrien hemos estado, como unas ¡tres horas jugando al R.E. (Él lo llama así, así que he decidido hacerlo yo también) no exagero, conclusión siento como si me hubieran prendido fuego en las pupilas y estoy mortalmente cansada y a todo esto, buenas noches.
