Dos

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Camina con la cabeza gacha conectando los audífonos, neutra como de costumbre, en las mañanas Seungcheol se preguntaba que clase de canción escuchaba, el sol cálido del día y el sonido del viento se mantenía cuando él ya cambiaba la interrogante "¿Quién le gusta estos días?"

La estancia de su grupo en el colegio se reducía a solo un día y en el primero, ella -tan codiciosa- le había hecho mirar en su dirección, estaba tan distraído que llevaba ya cuatro caídas en medio del baile, ganándose uno que otro comentario satírico de parte de la supervisora.
Seungkwan le miró exasperado y abatido una vez, pero al avistar un especial brillo en los ojos del líder su corazón se suavizó, y en el receso dieron con la respuesta a sus preguntas; ¿Por qué brillaban sus ojos? ¿Por qué estaba nervioso?

—Medicina para la enfermedad— comenzó a corear Seokmin seguido por Hoshi.
—Comida para el hambre.
—Mariya para S.Coups— y finalmente Seungkwan mientras los demás les animaban, y S.Coups erubescente y entre risas intentaba hacerlos callar.

—Deberíamos consultar el sabio libro para los sentimientos humanos— persuadió Dino sacando el libro en un movimiento vertiginoso.
—Como se esperaba del más pequeño— le palmeó Seokmin.

Repentinamente Seungcheol estaba callado pero sonriente, tanto que comenzaban a dolerle las mejillas. —¿Qué pasa si el libro me da la espalda?— pregunta al recibir el ejemplar.
—Concentrate— apuró Vernon conmocionado.
El de pelo negro suspiró y cerró los ojos, acaricia la contraportada con los dedos antes de abrirlo y cuando lo hace: «El amor no es para ti»

S.Coups acodado en sus piernas bloqueaba la risa y la vergüenza entre las páginas del libro, el resto de los chicos -aunque decepcionados- no evitaron reír.
—No ha pasado nada— irrumpió Hoshi tomando el libro y gesticulando rápidamente con las manos. —Devolvamos el tiempo.

Pronto el ejemplar volvía a manos del menor y recreaban la escena, una segunda oportunidad y... «Si intentar algo quieres, encontrar el momento indicado debes»
Sorprendidos y eufóricos con el resultado se aglomeraron a palmear al líder que de nuevo estaba sin palabras.
—Entonces lo que hay que hacer es...— musitó Jeonghan y corearon al unísono "Espiarla"

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«Una palabra, Mariya» C. Seungcheol.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora