Avaricia

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[Au: Actualidad]

Sesshomaru era conocido como Don Plateado en la Bolsa. Conseguía acciones a bajo coste que subían como la espuma del mar, haciéndole ganar mucho dinero, para después venderlas cuando a él le apeteciera.

Claro que, no era una vida tan fácil. La comodidad de trabajar en inversiones de bolsa era que, podía hacerlo desde su gran sofá pero, había cosas malas también.

Una de las peores era que, debía estar pendiente las 24 horas del día, casi sin descansar, para ver qué acciones subían y cuales bajaban. Eso era lo peor de todo, ya que su vida social se veía opacada por esta gran inconveniencia que era recompensada por el dinero que ganaba 

Pero quería más, mucho más... tanto que un día lo perdió todo.

Solo le quedaba la vieja casa de sus padres en aquel barrio alejado del centro de la cuidad. Tal vez buscaría trabajo en aquella empresa de su amigo Kiroke...

Poco pensó cuando, desde la ventada de la casa de sus padres miró a su actual vecina, una chica de hermosos ojos azules y pelo negro recogido en un gracioso moño mal hecho cargando papeles con sus manos mientras intentaba abrir la puerta sin éxito alguno.

Lo dudó, dudó por un microsegundo, lo suficiente para admirar a la joven belleza ante sus ojos. Después, salió de la casa y se acercó a ella, sin siquiera saludarla y con una sonrisa de lado, agarró aquella torre de folios para que ella puediera abrir la puerta y entrar.

- Por ahí, por favor - explicó la chica para que dejara los folios encima de la mesa del salón

Sesshomaru así lo hizo y se acercó a la entrada de la casa donde ella se encontraba

- Ya está.

- Muchas gracias, vecino- dijo sin mirarle pero con una sonrisa en los labios.

El hombre salió de allí y se paró en el jardín de la azabache.

Tal vez su descenso en bolsa había sido... su golpe de suerte...

Los Siete Pecados Capitales (4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora