La Ranita Fofo

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Había una vez, en un bosque muy muy oculto del sol...


Marquito era muy movido y travieso. Aquella vez en el bosque con su madre caminaba por el sendero para llegar a la cabaña donde sus cuerpos descansaban. La Madre se detenía a descansar, y le dice a Marquito, "Hijo mío, ve a aquél arbol y tráeme una flor blanca", Marquito era obediente y sin replicas se marchaba.

Allá en el bosque resplandeciente, Marquito con entusiasmo caminaba, encontró la bella flor que con sus pequeñas manos tomaba, pero en el medio de la naturaleza; de regreso donde su Madre, el se perdía con calambres. ¡Marquito se comenzaba a preocupar, y llorando se agachaba con temores!, "¡Marquito no te preocupes!", dijo una ranita en el piso, y dijo la ranita, "Soy la Ranita Fofo, y mi misión sera llevarte a donde tu bella madre".

Marquito y la Ranita Fofo caminaban y exploraban el bosque, allá en las ramitas se veía las gotas magicas que caían al suelo con bellos colores. "¡Yupiiii!", Marquito decía, disfrutaba la compañia de su amiguito la Ranita Fofo, "¿Que es eso?", pregunto Marquito, "Es la belleza de la naturaleza que con sonrisa nos aviva", respondió la Ranita Fofo. Luego de admirar los coleres que la naturaleza brindaba, aquella flor blanca las manitas de Marquito guardaba.


"Marquito ¿Por qué tardaste?" Dijo su madre extrañada, "Me perdí y mi amiguito me encontró, me guió hasta aquí", respondió Marquito, y la madre sin ver a nadie a su espalda le decía, "¿Y cual es tu nuevo amiguito?", Marquito le dijo, "Esta Ranita que me hablaba".


Caminaban de vuelta a su cabaña, y en el hombro de Marquito estaba la ranita callada, que para su madre no era mas que una simple rana, y un niño hablandole a la nada ...a diferencia que Marquito, que dialogaba y llevaba a la casa a su nuevo amiguito; La Ranita Fofo.

EL FIN.

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