Dragoncito Testarudo

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"Hace mucho mucho tiempo, en una tierra muy oculta del sol...

"No vueles tan alto, porque aun eres muy pequeño y caerás del cielo", le dijo la Hermana Dragón al pequeño Dragoncito, pero el pequeño no era de obedecer, siempre hacía lo que le parecía correcto, y era muy joven para entender aquello, y dijo:

"Hermana soy de pura raza, hijo de mi Padre el Gran Dragón, a pesar de mi corta edad, puedo volar tan alto hasta las estrellas", era pequeño e ingreido, y hablaba siempre con el pecho erguido; El pequeño Dragón, y su hermana le contestó: "¡Ni a la mitad del cielo llegarás, que digo mitad; ni al tercio, que digo tercio; ni a 20 metros llegarás!. Tus alas son muy cortas, tus pulmones pequeños, a penas tienes cola y sabes respirar".

El Dragoncito se llenaba de coraje, sentía decepción porque su propia familia no confiaba en él, pero aún así no sacaba el aire de su pecho. Miraba hacia arriba, hacia los lados, y se preparaba para tomar vuelo; ¡desde atrás iba e iba corriendo!; tomando vuelo hasta despegar como pichón,  queriendo volar en lo más alto de los cielos, "¡Saca el aire de tu pecho, y respira, si quieres llegar por lo menos a 20 metros!", pero el Dragoncito le contestó como para darse a respetar, "¡No llegare a 20 metros, llegaré hasta las estrellas".

¡Subía y subía el Dragoncito!, y veía a las estrellas tan cerca que casi las podía tocar, y como de naturaleza, por apenas saber respirar, el aire le faltaba y las alas le comenzaron a fallar, su colita no tuvo estabilidad, y sus pulmones ya no podían más. ¡El Dragoncito caía y caía ya cuando estuvo a punto de tocar las estrellas! Y asustado rezaba a los Dioses para poder caer bien, y seguir otro día viendo a las estrellas. ¡Aleteaba y aleteaba!, pero sus alitas le fallaban. Fue tanto el miedo y la desesperación que su orgullo fue más débil que el corazón, su grito al viento impresionó, "¡Hermanaaaaaa socorroooo!", ¡El Dragoncito pidió ayuda, y enseguida su hermana le asistió!.

Luego de unos minutos, de aquellos llantos y lamentos, el Dragoncito aun así con orgullo le dijo a su Hermana mayor con rostro de satisfacción: "Estuve cerca. ¿¡Viste!?, casi toco las estrellas", y su Hermana le contestó, "No. Apenas llegaste a 19 metros... Un metro menos de los 20 que en el cielo te marqué"

El Dragoncito por un momento se entristeció. Pero luego con él tiempo aprendió, que ese día el orgullo y el ser engreído no le había ayudado a llegar a las estrellas, que para llegar a ellas primero debía comenzar con aprender a respirar, y dejar que el tiempo llegase; físicamente, y de mente...

....para que aquel día su cuerpo se sienta listo, cuando vaya a intentar volar tan alto; hasta las estrellas.

EL FIN.

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⏰ Última actualización: Apr 16, 2018 ⏰

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