La creación

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De su mano lanzo la llama de la vida, haciéndola chocar con la llama de la muerte, la explosión fue grande, creando planetas, galaxias, universos, y extensiones de astros brillantes e incandescentes como la propia llama.

Pero Dios solo se fijó en un planeta, en uno de rápida evolución, pasando de agua y truenos a bestias salvajes de dimensiones enormes. Dios lo observaba todo, observaba como miles de criaturas con dos piernas y dos brazos corrían de esas bestias carnívoras, Dios lo comprendió, esas criaturas eran sus hijos, estaban hechos a su semejanza y tenía que protegerlos.

Al séptimo día, Dios formo en su mano al fuego de su alma hecho piedra y lo lanzo contra la tierra, sabía que muchos de sus hijos iban a morir, pero también sabía que sus hijos iban a vivir, hasta el fin de sus tiempos, era sabio y bondadoso.

La piedra flameante choco contra la tierra generando una gran catástrofe, matando a varias bestias salvajes y dejando un camino limpio a sus hijos, a los que los había llamado: Humanos.

En el día número 100 de Dios, los humanos, sus hijos encendieron por primera vez su alma en la tierra, juntando ramas secas y haciendo chispas con piedras, formaron el fuego, llamaron a Dios

Dios bajo a la tierra, enseñándoles a sus hijos los valores, la luz, el conocimiento, el amor, la familia y sobre la oscuridad, antigua y regia, siempre presente y pendiente a atacar la llama de Dios

Dios les entrego ropa y conocimientos, los humanos empezaron a crear civilizaciones, algunas grandes y otras pequeñas, pero los humanos empezaron a desviar e ignorar las enseñanzas de Dios, creando y formando sus nuevos Dioses para cada cosa.

Dios furioso hizo mover las tierras y las separo una con otra, creando islas gigantes, separando todas esas tierras unidas.

Dios sintió lastima y bajo a la tierra, a la tierra de las pirámides y la arena, y hablo con el sacerdote Phakser, personificado en el fuego, en la llama eterna. Dios le enseño todas las formas diferentes del amor: De madre a hijo, de hijo a madre, de padre a hijo y de hijo a padre, también le enseño el amor de mujer a hombre y de hombre a mujer, de hombre a hombre y también de mujer a mujer, dios amaba el amor, cualquier forma de amor, Dios lo permitió

También le encargo una tarea difícil a el sacerdote Phakser, eliminar sus creencias, sus ropajes y destruir todo tipo de ofrenda a falsos dioses sin lastimar a ninguna persona, Phakser era un hombre muy orgulloso y creyente, pero lo hizo, prendió fuego sus ropajes e incendio palacios y monasterios enteros, todo con la ayuda del Señor del fuego, como lo llamaba él.

Cuando la tarea estaba completa el pueblo egipcio, como se hacían llamar los creyentes de dioses falsos ataron a Phakser a una pira, "Vamos a ver si tu Dios del fuego te va a salvar le decían los egipcios". Phakser se dejó atar a la pira, cerró sus hijos y dijo:

"Dios mío, que con tu llama nos creaste

Que con tu llama nos hiciste, a tu semejanza

Que con tu llama nos enseñaste el amor

Que con tu llama nos salvaste y nos salvaras

Por favor, guíame a tu costado, a tu seguridad

Purifica a este pueblo con tu llama divina.

Khlollor."

Los egipcios se rieron e incendiaron la pira, las llamas crecieron altas e incandescentes, pero Phakser no ardía, miraba su piel y no tenía ni una sola ampolla de quemadura, miro al cielo y le rogó a dios que lo lleve con él, las llamas crecieron, tan altas como nunca nadie había visto desapareciendo por completo a Phakser, cuando las llamas bajaron el ya no estaba más, solo estaban sus ropajes, intactos, ni con una marca de fuego sobre su ropa.

La Biblia de KhlollorWhere stories live. Discover now