Era una tarde fría y lluviosa de noviembre y el parque se encontraba completamente vacío, las bancas estaban húmedas, las aves huían del agua que caía con fuerza del cielo. No había un solo lugar que estuviera abierto o una sola alma a la que se pudiese saludar, a pesar de esto él caminaba lentamente a casa, aún le quedaban varios kilómetros por recorrer y solo pensaba en la cantidad de tareas que tenía para el día siguiente. Su cabeza era un locura en ese momento, los algoritmos se empezaban a conocer con los caudillos de la guerra bipartidista, las oxcitocinas le hacían la vida imposible a las religiones de medio oriente, pero sobre todo las gráficas económicas lo tenían por las nubes. El típico estudiante aplicado, un muchacho común de unos 19 años, flacucho y moreno, no muy alto, pero pasaba por el marco de las puertas en su casa con unos pocos centímetros de diferencia, lo único que tenia de atractivo posiblemente ya se le había perdido al pasar los años, sí, ese era Lucas. Soñaba con volar lejos de su país "podrido" -como él lo llamaba- y estudiar psicología en una de las universidades prestigiosas que todos conocen -Cambridge, Oxford, Harvard,por dar algunos ejemplos-, a pesar de tener muy buenas calificaciones y ser siempre el primero de su clase e incluso del departamento al que pertenecía, era casi un imposible llegar a "las grandes ligas".
A unos 200 metros de su casa, vio como el cielo se iluminó y se puso de un color rojo intenso, esto no era el naranja común de las tardes normales, no era cualquier tarde. Esa era el día que se daría cuenta de la realidad que había estado ignorando y evadiendo por 10 años; su destino estaba escrito y era algo que no podía seguir desatendiendo.
Cayó inconsciente al suelo

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Memoria ligera
أدب المراهقينLa memoria, el arma más peligrosa que jamás podrá descubrir el ser humano.