La carta de Ara

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Nunca es fácil afrontar la muerte de una persona, aun menos cuando convivías cerca de está.

Recuerdo que desde muy temprano tocaron a la puerta de mi departamento, eran dos siluetas enormes con colgantes de la ley representados en metal quienes interrumpieron mi sueño, los mismos que están interrogándome y me ponían el día, desde un comienzo de esté, aun más pesado.

Era un miércoles y a Arami le nació la gana de matarse, eso me lo habían dicho a menos los oficiales quienes me encerraron en la típica habitación blanca, ya saben con el espejo frente a la mesa.
Aun llevaba la pijama e intentaba procesar el porque de las cosas, solo recordaba que dos figuras grandes me tomaron de los hombros como si mi persona se tratase de un muñeco de trapo, mientras me leían mis derechos de a poco me fueron puesto en la patrullera y terminamos aquí, conmigo pensando si a menos había puesto el seguro a mi puerta.

El más joven de todos,  un tal oficial Luciano me ponía al día con su investigación y una mala noticia que me despertó de mi sueño. 
El día lunes de esa semana una compañera de clases de la facultad se había tirado del cerro Paz, sin más preámbulos, todo señalaba que era tema de un suicidio y que pasaba por un estado de depresión, no paso mucho antes de que la familia permitiera a los oficiales poner manos sobre el asunto, inculcándose en la casa y en la vida privada de mi compañera encontrando varias cabos sueltos. 
Luciano me miraba con sus ojos pequeños pero cortantes, sujetando su informe me fue contando que a la familia de Arami nunca se le podría ocurrir que la más pequeña de la familia se quitase la vida y véase porque; ¨estaba llena de abrazos y sonrisas¨ le habían dicho al oficial, que el problema tuvo que provenir de otro lado ya que en lo familiar ella, a menos, aparentaba estar bien.

Fui respondiendo entonces a las preguntas y explicando mi relación con Arami, no sabía porque era importante mi testimonio ya que en la vida de Ara, solo fui un compañero más, uno más del cual podías depender hacer una tarea o salir con el grupito de la clase después de una sesión a un local de comida chatarra a pasar la noche, bueno a parte de eso, recordaba haber llegado a su casa y conocer a sus padres, una buena chica de una buena familia, así la recuerdo siempre.
Luego de un rato el joven oficial bajo los documentos en la mesa y cruzo los brazos arrascando la entre ceja con la uña del pulgar, pensativo bajo la mano y me clavo de nuevo la mirada.

-Dígame, ¿Es usted soltero?

-Sí, lo soy...- Respondí un poco desubicado. 

-Entonces no tenía ninguna relación de esa clase con la victima.

-No, nos hablábamos de vez en cuando, nos llevábamos bien, como usted con sus compañeros de trabajo.
-Yo a esos inútiles les tengo que poner a trabajar.-Comento con desaliento-Volviendo al tema, no sabe nada sobre la carta de amor. 
Cruce el ceño e imite la pose del oficial, esté quito entonces de su gabardina una carta en una bolsa pequeña sellada, era una prueba importante para la investigación, no se trataba nada más ni menos que una carta de amor para mi persona, una prueba que me dejo pensando un buen rato, el oficial tocio y levante la vista rápidamente.
-No mate a Arami.- Respondí rápidamente como un vil ladrón al que le habían descubierto, aunque en mi caso era inocente, todos mis sentidos se encendieron y no supe con que argumentos defenderme aunque lo que tenía en manos decía otra cosa.
Palabras como: ¨Siempre he soñado con decirte lo que siento¨ y ¨Daría está vida y la siguiente para hacerte sonreír¨ apuntaban de que Arami estaba locamente enamorada de mi persona en tanto sabía guardarse el secreto, el cual no pudo ocultarlo hasta su muerte, pero ahora mismo me ponía a mi como el mayor sospechoso de su suicidio, ¿Qué demonios? ¿Por qué una persona se quitaría la vida por no ser correspondido? o aun peor, ¿Por no poder declararse? Que alguien me despierte de la pesadilla.

-Sabemos que usted no lo hizo Señor Damian, también encontramos el teléfono de la victima y aquí es donde su presencia tiene un valor importante.-Añadió el oficial intentando calmarme
Al parecer además de cartas, Arami quien era conocida en la facultad como una artista nata, había hecho pinturas, dibujos y cartas a mi persona en pequeña escala llegando a pasar bajo el radar de la atención de nuestros compañeros, eso y muchas cosas que me sonrojaron, aun así los oficiales tenían entendido que no era más que un amor platónico de mi compañera de clase, aun así no fue hasta que hallaron su teléfono móvil.
Varios mensajes, llamadas entrantes y notificaciones le entraban a Arami a diario por el móvil, amenazándola de que su secreto seria revelado de una manera en que terminaría humillada y hasta despreciada por los demás, durante un periodo de tres meses fue bloqueando números y perfiles en redes sociales en donde más de una vez pasaba por las amenazas diarias, de que iba ser rechazada y que como mujer, era menos a comparación a las demás.

Fue entonces acosada durante tanto tiempo que entro en depresión, una leve paranoia que le perseguían y hasta la enfermo en su ultimo mes, bien que fui analizándolo, recordé haberle visto más pálida de lo usual, aunque no pensaba que se encontraba pasando por un acoso diario y amenazas que atentaban a su integridad, todo por tener de platónico a un compañero de clase, a un despistado como yo. 

-Nuestro problema, aunque no quiera hacerlo sonar menos importante, no es el suicidio de su compañera, sino de este acosador que le tenía en constante amenaza, podría ser peligroso, o peligrosa, ya que esta interesado más en su persona al parecer.

No cabía duda de lo que decía Luciano, si esa o ese demente, no importase el sujeto, pudo llegar tan lejos para matar a una compañera, nada le estaría impidiendo que llegase a mi persona mediante cualquier medio, y si, ¿Ya estaba siendo también acosado y cuenta no me había dado? 
Por un momento olvide el caso de Arami y me puse a pensar en todas las posibilidades, caía en un pánico subconsciente mientras me imaginaba lo peor.

-Despierte.-El chasquido de los dedos del oficial me puso de nuevo en tierra firme

-Es una posibilidad pero podría ser que el acosador, bueno, ¿Como decirlo?-Se acerco a la mesa el compañero de Luciano, esté se llamaba si no lo olvidaba...
-Lo que quiere decir mi compañero Salvatore.- Gracias oficial por hacerme memoria-Que el acosador solo hubiera buscado matar a Arami, pero por lo sucedido, queremos que nos de toda la información que necesitamos para poder encontrarlo, eso incluye todo el historial sobre sus ex novias, parejas o amantes que haya tenido.-Propuso Luciano
En tanto a mi persona me quede con los ojos abiertos, ciertamente la vergüenza paso por mi ser y otorgue a la policía, sin más, el historial de mi ultimo romance que fue en cuarto grado de primaria.

-Luciano nos esta tomando el pelo, este ya esta muerto para nosotros.-Señalo Salvatore
-Lo dudo, no tiene historial de ninguna detención.-Me mira de re ojo-Además es conductor designado según los papeles.
Ambos empezaron a dialogar sobre las posibles acciones a seguir para evitar que alguien agrediera mi persona al mismo tiempo que aceptaban haber visto frente de ellos, al joven más sano que hubiera pisado la comisaria. 
Entre entonces en duda, al ver la delicadeza del caso pregunte si podría la policía otorgarme una protección, a menos una vigilancia a mi departamento, tanto Luciano como Salvatore barajaron la posibilidad SOLO en caso que se presentara una prueba real de que estuviese bajo amenaza, como si el suicidio de una chica enamorada no le convenciera del todo al dúo.
Terminando las preguntas fui tomando mis cosas y fui retirándome de la comisaria número 13 de mi ciudad, con pijama y un peinado despeinado fui tomando el bus en la parada con el sencillo que el oficial Luciano (en señal de que no hubiera remordimiento por el temprano interrogatorio) tome asiento mientras suspiraba ante mi suerte.

-Con calma, el calamar es arrastrado por la corriente.-Reía una chica a un lado de mi-Todo estará bien...- Me sonreía-Así que solo déjate llevar por la corriente.
Las suaves palabras de la muchacha despertaron mi curiosidad, pero antes de que pudiese preguntar algo un bus paro frente nuestro llevándose consigo a aquella extraña pasajera que me dio un comentario de animo ante mi rostro, metafóricamente, del orto.


Me llamo Damian y voy a la facultad de artes visuales, está es mi triste realidad, un miércoles a la mañana me entero que una compañera se gustaba de mi, voy regreso a casa ya que está se quito la vida y por ende me interrogaron al parecer sospechoso, me quedo en pijama camino a casa y afrontando el hecho a una pequeña posibilidad, de que tenga una acosadora con intensiones de dañar a cualquiera que me hable, como le paso a Arami. 

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⏰ Last updated: May 30, 2017 ⏰

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La huella de la brujaWhere stories live. Discover now