◇Strangers◇

◇Stranger◇

- ¡Oye jungkook!

El pelinegro paro sus pasos y giro aun con sus manos en los bolsillos.

- Hoseok.

- Me alegra que no te hayas ido. - sonrió con su peculiar sonrisa que podría alumbrar la noche más oscura - Recuerda terminar tu parte del proyecto, solo nos quedan dos días.

- Lo se, no tienes porque... - sus palabras callaron mientras sus ojos se perdían en algo que miraba sobre el hombro de hoseok.

El adverso giro para ver que era lo que había captado totalmente la atención del pelinegro.

- Oh, taehyung. - pronuncio con una sonrisa mientras los dos observaban al nombrado marcharse de la universidad junto con uno de sus amigos.

Uno muy bajo y con voz chillona para el parecer de jungkook.

- ¿Hace cuanto dejaron de hablarse?

La pregunta rebotó en el subconsciente del pelinegro haciéndolo recordar a apenas unos meses antes de que entraran a la universidad.

Hace algunos meses taehyung solía permanecer al lado de jungkook todo el tiempo.

A veces pasaban largas tardes en el apartamento del pelinegro o simplemente se quedaba a dormir.

Jungkook quisiera llamarle a lo que tenían amistad, pero no puede.

A un amigo no le basaría hasta quedar sin aliento.

A un amigo no le tocaría con tanta necesidad y deseo como lo hacía con taehyung.

A un amigo no le haría gemir como amaba hacerlo con taehyung.

Con un amigo no estaría tan obsesionado y malditamente dolido como lo esta con taehyung.

Porque hace unos malditos meses todo estaba tan bien hasta que taehyung decidió alejarse de él, decidió evitarlo hasta el punto de no contestar sus llamadas y no querer verle cuando le visitaba.

- Desde que entramos a esta universidad.

- Hasta el momento de la graduación parecían ser muy unidos.

- Pareciamos. - saco sus auriculares y los coloco en sus oidos adornados por esos pircings de aros plateados que le daban un toque aun más atractivo.

Sin decir ni una palabra más continuo su camino robando la mirada de toda chica y chico que pasaba a su lado.

"después de todo dijiste que no eramos nada y actuaste como si fuéramos dos malditos extraños, ¿no taehyung?"

Después de llegar a su apartamento tomó un baño y tiro su cuerpo en la cama.

Giro su cabeza dandose cuenta que el reloj marcaba apenas las 4:30 p.m.

Suspiro y cerro los ojos tratando de recordar, queriendo recordar.

Lentamente el aroma que le volvía loco comenzó a entrar en sus poros, ese maldito y adictivo aroma que quedo impregnado en sus sabanas, en su cama y en su cuarto cobraba vida y le hacía sentir que taehyung aun estaba ahi justo a su lado.