1. Venas azules.

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No lo volveré a hacer.
Fue una accidente.
Nunca quise hacerla daño.

No quería matarla.

Se descontroló. Las venas de mi cuerpo eran, de nuevo, de un color azul fluorescente muy intenso.
Eso sólo significaba una cosa; peligro.

Algunos objetos de la habitación comenzaron a levitar, una bombilla, una goma, un zapato, una libreta, un vaso...
La atmósfera estaba cargada de electricidad, mis manos soltaban pequeñas chispas azules, y el vello de mi piel estaba completamente erizado.

Los objetos danzaban a mi alrededor, daban vueltas sobre si mismos, como si estuvieran embrujados. Estaba enfadado, y algo se activó en mi interior, pues sentía una energía muy intensa.
La cara de la pequeña se tornó una mueca de horror cuando una gran sombra negra, tomó la forma de un monstruo, y la engulló por completo. Sólo dejó como rastro el osito de juguete que solía llevar con ella a todas partes.

Yo estaba enfadado con ella porque me había robado un chupa-chups.
Pero no podía enfadarme por mucho tiempo, era mi hermanita, pero hice algo terrible.

Por aquel entonces yo tenía seis años.

Quince años después, vuelvo a ver esas venas azul fluorescente.
Después de una larga investigación del FBI, el gobierno dió con mi paradero y estoy obligado a trabajar para ellos.

Soy el arma secreta del gobierno. Cuando encuentran a una persona contraria a su política, soy el encargado de actuar.
Siembro el terror, las sombras se han convertido en mis aliados, literalmente, pero esta vez las utilizaré para hacer las cosas de otra manera.

Microrrelatos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora