Sweet Candy © |njh|

«79»

Candy POV

Jade no dejaba de llorar, habíamos recibido la llamada de mi madre, Sander estaba en el hospital. Un maldito lo agarro a la salida de una joyería y le dio dos disparos en el pecho para robarle una joya. Mi madre lo encontró en el suelo minutos después.

Niall estaba tan nervioso, no dejaba de mirar la puerta donde se encontraba Sander, mi madre intentaba consolar a Jade pero era imposible.

—Pude... Haberme quedado con el... —mire a Niall y bese su hombro.

—Amor, no es tu culpa.

—Pude haber sido un buen amigo y haberme quedado con el... —Niall se sentía culpable, estaba destrozado, la vida de Sander se estaba debatiendo en manos de los médicos. — No puedo perderlo... Sander ha sido mi mejor amigo desde que tengo memoria. —Me miró a los ojos, estaban llenos de lágrimas— el merece vivir Candy... El merece cumplir sus sueños... No puede irse... Simplemente no puede. —Lo abracé con fuerza y el sollozo en mi hombro.

Odiaba ver a mi familia destrozada, incluso a mí me dolía, Sander no solo era el novio de Jade, era mi amigo, él me había apoyado cuando estuve embarazada de James, era como un hermano mayor para mí.

Me separe de Niall y le di un pequeño beso, sé que sus lágrimas y me fui con Jade, me acerque a ella y mi madre nos dejó solas. La abracé con fuerza y ella lloró en mi hombro.

—No puede dejarme, no puede, no puede irse... —Sollozo — prometió estar conmigo para siempre, prometió jamás dejarme, no puede... —intente controlar mis lágrimas pero me vera imposible. —Candy... Si él se va... Yo me voy con él... —Me miró a los ojos — no soportaría vivir una vida sin él.

—Jade, no puedes hacer esto. Debes ser fuerte. —bese sus manos.

—Quiero verlo... Quiero que salga el maldito doctor de ese maldito lugar y me diga que esto no es verdad, que él está bien, que esto es una maldita broma.

—Sander es fuerte, el saldrá adelante. —la mire a los ojos.

—Necesito que salga de aquel lugar, en verdad lo necesito, quiero decirle cuanto lo amo, quiero besarlo, quiero decirle que es lo mejor que me paso en la vida. —la abracé con más fuerza y ella lloro aún más en mi pecho.

(...)

Las horas pasaban y no había novedades de Sander, los médicos no salían de aquel lugar. Jade estaba demasiado alterada, Niall no dejaba de gritar a los enfermeros, todo era un maldito desastre.

La madre y el hermano de Sander habían llegado de Londres lo más rápido posible al enterarse la noticia.
La puerta de la habitación se abrió y Jade corrió hacia el doctor.

—Dígame que Sander está bien, solo dígame eso.

—Jade. —la tomé de los hombros para alejarla.

—Sander ha podido salir de la operación pero...—suspiro —Me temo que se encuentra en un estado muy crítico, está demasiado débil, está consciente pero no creemos que su corazón pueda soportar una noche.

— ¡No dios no! —Abracé con fuerza a Jade. La madre de Sander sollozaba en el pecho de su otro hijo.

— ¿Po...? ¿Podemos pasar a verlo? —Niall intentaba ser fuerte pero su voz reflejaba su dolor.

El doctor asintió y pudimos entrar a verlo. Jade corrió hacia Sander, estaba lleno de cables, sus ojos apenas y estaban abiertos, estaba tan pálido, cubierto de vendas, intento moverse pero no pudo.

—Estarás bien... Tú eres fuerte, tú estarás bien. —Jade intentaba animarlo pero parecía en vano.

—Jade... —su voz era casi inaudible — Yo...yo te amo... —tenía algo en su mano, tomo la mano de Jade y se la extendió — no creo sobrevivir... Pero... Quiero que tengas... Esto... —en su mano tenía un hermoso anillo de compromiso. — Jade.... Se feliz... Nunca olvides... Que te amo...

—No amor, ¡no te dejare! Tu estarás bien Sander... —Sander cerró susojos y las máquinas comenzaron a sonar. —Sander... No... ¡SANDER NO ME DEJES! ¡PORFAVOR!