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하나 (1) SuHo

Pov's SuHo

-Señor, despierte, son las 7:32 de la mañana, baje a desayunar su padre lo esta esperando.- Escuche mientras me despertaba.-Baje pronto, su padre tiene que hablar con usted.

-Si, ya escuche.- Dije con molestia pero aún así levantándome.

Había llegado tarde a la casa, estaba muy cansado del viaje y lo menos que quería hacer era hablar de negocios con mi papá, lo sé porque eso es lo único que habla. No hay opciones de otros temas, con él siempre se trata de negocios y presentía que esta no sería la excepción. Siempre está en eso, haciendo juntas y planeando proyectos, mi mamá nunca lo menciona pero en el fondo ella sabe que se separaron por esa razón.
Me bañe y me vestí para bajar al comedor donde me esperaba mi padre. Entre y ya estaba mi desayuno servido, me senté admirando todo lo que había de comer, extrañaba comer comida recién cocinada ya que en Estados Unidos solo se come porquería y más en las facultades.
Me fui a vivir Boston para estudiar en una de las mejores universidades, yo quería estudiar en Corea porque amo mi país y pienso que también tenemos una educación muy buena pero él dijo que los que estudian fuera sobresalen más lo que es bueno para nuestra empresa.

-Para que me necesitabas ¿de que me tienes que hablar?- Dije mientras me acomodaba en mi silla para comenzar a comer.

-Te vas a casar.- Dijo sin dejar lo que estaba haciendo.

-¿Qué?.- El tono de asombro mezclado con duda se hizo notar en mi voz.

-Ya tienes 26 y yo estoy muy viejo, aparte estoy muy ocupado en el trabajo para eso, nunca haz tenido una novia en los últimos años.

Gracias a él no he podido tener novia, siempre me estaba presionando en que tenía que dar lo mejor de mi en los estudios.

-Pero- Me detuvo levantando su mano a la altura de mi cara para otra vez hablar.

-Las mujerzuelas no cuentan, tienes que sentar cabeza y ser un ejemplo para tu hermano.

-Un matrimonio arreglado, que bueno.- Dije en tono irritado.

Aunque sea difícil no me sorprende, él es así y no puedo cambiarlo, tampoco contradecirlo.

-Puedes elegir a tu esposa.- Dijo mientras me pasaba 4 carpetas.

-¿Qué es esto?- Pregunte recibiendo las carpetas.

-Las candidatas, herederas de grandes fortunas.

Chicas plásticas. Lo que hay detrás de tantas cirugías no es tan difícil de adivinar; interés, interés y más interés. Tuve esta primera impresión de unas cuantas que había en esta lista, a excepción de aquella castaña que llamó mi atención. Simple chica, lo suficiente para no meterme en problemas y mantener la boca cerrada de estos ancianos.

Una joven de 19 años, fue aceptada en las mejores universidades de Corea en las áreas marketing y administración para poder manejar la empresa de aerolíneas de la familia de su madre, tiene doble nacionalidad ya que su padre es Canadiense, aparte del coreano sabe hablar Inglés, Japonés y Francés. Tiene las mejores calificaciones de toda la escuela.

Ella se ve perfecta y tan diferente, quiero saber más de ella pero es muy joven.

-Esta chica se ve buena y su perfil muy completo.- Trato de escucharme los más profesional posible.- Ella puede ser.

-Ok, me pondré en contacto con la familia Jung.- Se levantó y a la par lo hago yo, dirigiéndose a la salida me dice.- Me sorprendiste hijo, pensé que elegirías a un chica más voluptuosa y bonita pero se ve que estás pensando ya en el legado, de tal palo tal astilla.

Después de desayunar, deje la carpeta en la mesa y me fui al trabajo.
Durante todo el percurso solo pensaba en lo que había dicho mi padre, no solo pensaba en el trabajo, no quiero divorciarme como él por eso he elegido a la ideal para pasar lo que me resta de vida, tengo que pensar con la cabeza y no solo en el placer porque a eso se refería.

Paso de pensar en si me estaré convirtiendo en mi padre a pensar en ella, Jung Somi, sus labios, sus rasgos mixtos, su piel perfecta, en realidad es muy bonita.

Aunque sea un matrimonio arreglado estoy muy entusiasmado por conocer a mi futura esposa.