Concentrate, concentrate. Me repetía incontables veces para no distraerme con las melodías que sonaban fuertemente de fondo. Habían muchas personas en el lugar en que me encontraba, tengo que hacer esto rapido e irme, un movimiento en falso y todo se iría a la mierda.
Me di cuenta de que mi cuerpo se movía al son de la música, bueno tal vez no sea tan malo, después de todo ¿no es muy sospechoso que una chica cubierta con un abrigo negro y una capucha que ocultaba parte de su rostro se encuentre recorriendo un bar sola?. Pero no solo caminaba, pues estaba en busca de un hombre, su nombre creo, era Marco, siempre venía los viernes a este lugar, espero sea cierto y la niñita no me haya mentido. Aquella pequeña niña... recordé sus palabras que quemaban cada parte de mi cuerpo.
--¡Debes acabar con él! Te lo ruego, ¡POR FAVOR!-- desprendía un olor a sangre seca y su voz sonaba rota y carrasposa, escuché pequeños espasmos, probablemente vuelva a llorar, me costó mucho trabajo hacer que dejara de llorar. -DEBE PAGAR POR LO QUE NOS HIZO- Gritó con todas sus fuerzas, su voz estaba cargada de odio y desesperación.
Sacudi mi cabeza para no contagiarme de su odio y perder la cordura. No se que hizo aquel hombre para hacer que una pequeña niña le odiara tanto hasta el punto de pagar por su asesinato.
¡Ahí está! Toda mi atención fue a parar a un hombre moreno con un aspecto muy descuidado, su ropa es igual que en la foto, aunque su rostro no se veía tan demacrado en ella. Tiene un fuerte olor a alcohol y perfume femenino barato y eso que alcanzo a percibir es... ¡¿sangre!? Puagh.
Arrugue mi nariz del asco que me producía, de mi garganta salió un pequeño rugido involuntario que fue rápidamente callado por la musica, sentí que mi sangre empezaba a calentarse y mi cuerpo a cambiar, el corazón me la latía bastante rápido, cerré los ojos tratando de estabilizar mi cuerpo; al abrir los ojos todo se hizo mas claro, pude verlo mucho mejor, sus ojos inyectados en sangre, una barba mal cuidada, su cabello despeinado, camiseta rasgada y marcas de aruletazos muy leves en los brazos.Acelere mi paso, la voz de la niñita se hizo presente nuevamente en mi cabeza y mi cuerpo comenzó a alterarse, estaba perdiendo el control otra vez.
Calmate, calmate maldita sea, no eches lo eches a perder, no otra vez. Sentí mi pulso nuevamente calmado, estar rodeada de todas estas personas alcoholizadas no es nada bueno para mi, sus emociones nublan mi juicio.
Una vez estuve lo suficientemente cerca, Marco levantó su cabeza y sus ojos se posaron sobre los mios, pude ver el pánico creciendo en su mirada coun un poco de miedo, claro que tiene miedo, miedo de mi y de lo que puedo hacerle, sabía lo que era, la niña le había amenazado antes.Percibí un olor ajeno al de los humanos, traté de ver de donde era pero un brusco movimiento de Marco hizo que le prestara nuevamente atención, trataba de irse, intenté alcanzarlo.
¡Boom!
Aquel ruido me paralizó.
Gritos, gente corriendo por todos lados muy alarmados y un olor a sangre muy fuerte, mi vista se posó en el cuerpo sin vida de Marco, estaba lleno de sangre y con un enorme agujero en su cabeza. Mierda, esté era mío y se me adelantaron. Observé el lugar buscando al culpable de esto, ahí. Una enorme figura con la silueta de lo que parece ser un arma en su hombro derecho miraba aquella escena con gracia, pude ver una sonrisa sádica y unos ojos burlescos, su olor, el que había sentido hace segundos atrás.
Él no era de los nuestros, no, nosotros no usamos armas humanas.Salí del bar en busca de aquella sombra, maldición me quitó mi trabajo, diablos estoy tan furiosa, bueno al menos no tuve que manchar mi pelaje de sangre humana. Después de varios minutos de búsqueda no encontré nada, la policía está por llegar, es mejor irme.
De camino a casa sentí otra vez aquel extraño olor del bar y pude divisar una sombra que avanzaba hacía mi, vi su cuerpo, tenía unas enormes garras de León y su rostro tenía un semblante burlón. Mi corazón empezó a latir muy fuerte, sentí miedo, presa del pánico me dispuse a salir se ahí, podría acabar con él, pero tiene un arma, eso le da una pequeña ventaja. Nunca le había visto, no sé porqué le temia, soy bastante fuerte puedo con él, pero mi cuerpo se mueve solo. Retrocedí varios pasos.
--Buenas noches, dulce Rakkar-- di la vuelta y corrí, sentí un fuerte golpe seguido de un ardor en mi espalda que me lanzó al suelo. --¡No huyas cobarde! Madame Jils te quiere ver-- estaba cada vez mas cerca de mi.
--Ya... n-no tengo nada que ver co-con esa mujer-- le respondí en leve susurro, mi cuerpo dolía, creo que estoy sangrando.
--Oh querida niña, nadie sale de esto...bueno, no al menos vivo-- su sonrisa se ensanchó, su voz era muy baja y ronca. Su corazón estaba calmado pero percibía una pizca de emoción en sus ojos. -- Tu sangre es...simplemente ¡hermosa!-- su pié fue a parar a mi cara.
Mi cuerpo fue lanzado unos centímetros más atrás, cuando estuvo un poco cerca usé toda mi fuerza para patearlo, lo cual hizo que retrocediera solo un poco.--¡Qué divertido! La presa siempre será presa-- una risa estridente y gruesa fue lo último que escuché antes de caer inconsiente a causa de otro golpe.
ESTÁS LEYENDO
historias incompletas
Short StoryAlgunas historias no tienen un final, tal vez algún día me anime, pero mientras solo disfruten.