historias incompletas

Pequeña gran ballena

Esta es la historia de una pequeña ballena; su vida era solitaria, pues nadie podía oira, nadie sabía de su existencia, su voz era distinta y eso le causaba muchos problemas. La pequeña gran ballena no sabía el porque de su extraño canto. Ella solo nadaba sola por el vasto mar en busca de alguien que escuchará su voz.
Pensamientos tristes siempre le acompañaban, pensamientos como ¿estaré sola el resto de mi vida? ¿por qué nadie puede oirme? ¿acaso... acaso fui mala en mi otra vida y este en mi castigo? ¿ habrá alguien que pueda escucharme ahora?. Preguntas y mas preguntas, la pequeña gran ballena siempre pensaba y eso la ponía aún mas triste.

Ella veía todas las mañanas un gran cardumen de peces muy coloridos, los cuales formaban fuertes remolinos que hacían sacudir a todos los que estuvieran al rededor, le encantaba ver los hermosos colores de sus escamas. En momentos como ese la ballena se olvidaba de su tristeza y contemplaba la gran belleza de aquellos peces, todos juntos hacían un arcoiris en el mar, todos juntos...todos....juntos. Y ahí están de nuevo los tristes pensamientos de la ballena.

Ella en sus tardes de soledad hablaba con las partículas de agua que la rodeaban y podría apostar un millón de conchas de mar a que las partículas de agua le respondían, eso creía ella y eso... eso la hacía sentir menos sola.

Años...muchos, muchos años han pasado ya, no recordaba el tiempo transcurrido, pues estando sola no había mucho que recordar, hasta el punto tal de que olvidó que clase de animal era, pero luego lo recordó al escuchar su voz, su melodiosa y triste voz.

La antes pequeña gran ballena no era tan pequeña, no, ahora era casi tan grande como un arrecife completo, pero su voz no había cambiado, nada en ella había cambiado, solo incrementó su tamaño, pues ella seguía sola, sin nada más que agua, estaba cansada de vivir así, sin embargo aún recordaba los colores de aquellos peces que pasan frente a ella cada mañana, era lo unico que recordaba, ahhh... sus colores... se sentían tan cálidos, tan hermosos, tan brillantes, tan... lejanos.

La ahora no tan pequeña gran ballena se encontraba cansada y exhausta, pues habia visto y vivido ya lo suficiente, no recordaba mucho de lo que vio, solo recorba los sentimientos que esas cosas causaron en ella, eran lindos aunque muchas veces sintió miedo, pero, eso es normal, no? Sentir miedo, el miedo le recordaba que estaba viva, sola y eso la animaba a seguir, encontrar a alguien como ella.

Encontró un arrecife a lo lejos en donde podría descansar solo un rato, se quedo ahí y comenzó a cantar una hermosa melodía, su cuerpo se balancea de un lado a otro mientras cantaba, poco a poco fue cayendo en un sueño, un sueño tan profundo del cual nunca podrá despertar jamás.

Había una vez una pequeña gran ballena que estaba sola, pero ella no se sentía tan sola, pues a su alrededor había mucho que ver y admirar y eso no la hacía sentir tan sola.

Había una vez una pequeña gran ballena que al dormir recordando la belleza de lo que vio jamás despertó y en sus sueños aún continúa viajando por aquellos hermosos paisajes.