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Puede que resultara extraño, como primera impresión, ver que Nam Joon estaba despierto tan tarde. Pero Yoon Gi se dio cuenta de que el chico había estado estudiando. Antes de subir al cuarto echó un rápido vistazo a un escritorio que había en la sala, había un montón de libros abiertos y una pequeña lámpara iluminándolos.

El joven, después de enseñarles parte de la vivienda muy amablemente, volvió a bajar para quedarse a estudiar. Por supuesto que les ofreció una comida caliente en cuanto el chocolate que les había dado más temprano logró calmar un poco el frío de sus cuerpos. Una simple sopa, la cual a Yoon Gi le pareció suficiente. Aunque a su hermano parecía no haberle convencido del todo, pero no dijo nada al respecto.

Siendo las 03:00am, Jung Kook ya estaba a punto de acotarse; después de tantas horas de viaje se sentía cansado y sus ojos querían cerrarse, pero no podía dormir sin estar junto a su mayor. Lo esperó mientras que el más grande se cambiaba y revisaba en su maleta. No lo veía muy tranquilo, es más, notaba que su actitud era muy silenciosa con él, parecía tener miedo.

—Hermano, ven a dormir—lo llamó con un gesto de mano. 

Yoon Gi no prestó mucha atención a lo que su hermano menor le dijo. Siguió revisando cosas en su maleta. En el fondo sólo revolvía las cosas del interior sin necesidad de buscar nada, su cabeza estaba perdida en sus pensamientos acerca de todo lo que hizo y de seguramente de todo lo que iba a pasar. Tenía miedo con tan sólo pensar que esos tipos podían estar cerca de él, vigilando sus pasos, sabiendo a dónde iba, porque lo menos que quería era llevarse otra sorpresa. Además no tenía que olvidarse del trastorno que sufría su hermano menor y que no tenía la medicación con él. Y por mucho que pensara en la ventaja de tener a Nam Joon, quien estudiaba medicina, no creía que pudiera ayudarlo con eso.   

Después de agitar levemente su cabeza y masajear su sien con los dedos, se sentó junto a su hermano. Lo miró con frialdad y frunció el ceño.

—Manten la boca cerrada— le dijo casi en un susurro.

Jung Kook le sostuvo la mirada. Sabía que se refería a lo que ocurrió con el taxista que intentó dispararle. Suponía que ese hombre debía tener algo pendiente con su hermano, pero esos pensamientos luego quedaron en nada. A decir verdad, Jung Kook se olvidó de ello en cuanto vio la hermosa ciudad de Londres. Aun era un niño y por ello podía distraerse sin preocupación.

—No diré nada— contestó, encogiéndose de hombros—. Tengo sueño.

Yoon Gi lo tumbó con cuidado y luego lo tapó con la manta. Se quedó con él hasta que escuchó los primeros ronquidos. Suponía que debía estar muy cansado por todas las horas de viaje, y a aunque él también se sentía sin energías, se levantó y fue hacia el baño. Lavó un poco su cara con agua tibia y se miró al espejo. Ya no veía a ese chico el cual era un ejemplo a seguir, no era el buen hijo del que sus padres estuvieron orgullosos. Ahora sólo veía a un monstruo, a un ser humano que se transformó en ello por tomar malas decisiones. No podía recuperarse de lo que había hecho. Las voces de sus padres gritando seguían martillando su cabeza, repitiéndole constantemente lo tortuosa que sería su vida después del acto cometido.

Yoon Gi no quería desmoronarse, pero manterse frío ni siquiera lo ayudaba.

Bajó con cautela hasta la sala en busca de Nam Joon. Lo vio apoyado sobre el escritorio, encorvado y sentado de una manera extraña. No quería interrpirlo, pero su presencia en la sala distrajo al otro.

—Ah, perdón —se disculpó al ver el rostro de Nam Joon girándose hacia él.

—Yoon Gi... ¿No puedes dormir?— el joven rubio acomodó su cuerpo en la silla para quedar frente al otro. Le acercó una silla y le dijo que se sentara.

—Sí, supongo que es por el cambio horario...

—Seguro sea eso. Pero, no pareces muy contento. ¿Pasa algo?

El cuerpo de Yoon Gi se tensó repentinamente. Tenia miedo de hablar, pero también necesitaba hacerlo. Tenía la confianza puesta en Nam Joon y necesitaba sacar algunas cosas de su interior. Juntó sus manos y las colocó entre sus rodillas, apretándolas.

—Yo...—dudó antes de seguir— En realidad no vine de vacaciones.

—Está bien...—Nam Joon frunció un poco el ceño, pero mantuvo una leve sonrisa—¿Entonces?

—Escapamos de casa— confesó —. Nuestros padres... Ya no están y no sabía qué hacer—.Yoon Gi apretó sus dientes y sintió un terrible ardor en su garganta—. Lo siento, no quise hacer algo así.

Nam Joon, a pesar de que estaba un poco dormido, comprendía que algo muy malo debió pasarle a su amigo. A pesar de aquella fría expresión que aparentaba tener, en cuanto lo vio tapar su cara con ambas manos para llorar, tuvo que levantarse y rodearlo con sus brazos.

—Yo no quería huir— dijo entre lágrimas —. No quería que esto pasara, soy un mal hijo y un mal hermano...

Yoon Gi no lo pudo soportar. Se desmoronó debido a todo lo que mantuvo guardado para si mismo durante tanto tiempo. No confensó exactamente lo sucedido, pero hacerlo no estaba fuera de sus posibilidades. Sólo debía buscar el momento adecuado para ello, saber que podía confiarle algo tan grave a Nam Joon sin ser juzgado era hasta peligroso. No sólo podía quedarse en la nada, sino que el chico podía llamar a las autoridades. Y si esto último pasaba, sería su fin.

—Yoon Gi, estás cansado. Ve a dormir y te prometo que mañana hablaremos de lo que te preocupa — Nam Joon le dedicó unas palabras tranquilizadoras que lo convencieron para ir a dormir.

Asintió y secó sus lágrimas con un pañuelo de papel. Nam Joon le sonrió y le dio una palmada en la espalda antes de que se marchara. Yoon Gi creia que el rubio daba por hecho que su situación se podría hablar mientras tomaban un café a la mañana siguiente, pero no era tan sencillo. De todos modos entendía que él tenía una vida y un camino que seguir, en cambio el suyo parecía no tener salida.

Subió al cuarto de nuevo y observó a Jung Kook dormido. ¿Qué haría con él? Había arruinado el futuro del chico, lo había condenado  a vivir como su sombra porque no tenia a nadie más que lo cuidara.

En definitiva Yoon Gi estaba por perder la cabeza en cualquier momento porque haber huido no le aseguraba nada. Ni a él ni a su hermano.

X

Se acerca el final.

At the other side of the door +18 [YoonKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora