🍵
La noche era increíblemente fría. El vaho abandonaba la boca de todos aquellos valientes que se aventuraban a caminar en las oscuras calles de Seúl. La mayoría de los locales nocturnos ya estaban cerrando. Solo las cafeterías y centros de comida, esperaban pacientes en medio de ese cruel invierno.
Soy una mierda.
Una mierda.
Una mierda.
Una mierda.
Yoongi casi sentía que merecía estar sintiendo ese frió.
En momentos como esos se odiaba. Odiaba lo que era, odiaba en lo que se había convertido.
Apretando los dientes a causa del frío, evitando que castañearan, se detuvo en su lugar, observando a su alrededor. Todo era decorado e iluminado por los adornos de navidad, sin embargo, él se sentía frívolo, oscuro y vacío. Muy vacío.
Jamás pensó que al convertirse en abogado y unirse al bufet de su padre, todo terminaría tan mal. Min HwanSo era el dueño y principal accionista dentro "Min Holangi" uno de los bufet más eficientes, más costosos y prestigiosos de la región. Jamás perdían un caso.
JAMÁS.
Es por ello que los negocios turbios de importantes delincuentes eran defendidas por ellos. familias adineradas y altos cargos en la política; les preferían. La discreción era uno de sus mayores atributos.
Hoy Min Yoongi había ganado un caso de divorcio por culpa -maltrato físico y psicológico tanto a la mujer como a su hijo- , dando el fallo a favor de su acusado, quedando este con una simple multa y firma mensual, sin pensión para su hijo, cuando el bastardo nadaba en dinero. Ni orden de restricción había conseguido la pobre mujer y su hijo, dejándolos en peligro de que su acusado volviera e hiciera de las suyas. El bastardo le había advertido a Yoongi que pediría la custodia del pequeño. Todo era una crueldad, y él era parte de ello.
Se sentía sucio. Un imbécil manipulable.
¿Qué hago?
Su corazón se apretó cuando volvió a recordar el pánico y el miedo, del pequeño niño, al ver la cara de su padre. Eso era antinatural. Como la mujer lloraba desconsolada, apretando a su hijo contra si. Él odio que destilaban sus ojos cuando le miraron antes de abandonar la sala.
Aborrecía tanto que su padre le asignara esos casos. ¿Lo haría apropósito?, no lo sabía. Simplemente siempre llegaba con esa clase de mierdas, a sabiendas que Yoongi jamás perdía.
¡Ah! Desearía ser como Hoseok, a ese imbécil nunca le dan un caso con el acusado.
Min Hoseok era el hijo de la actual esposa del padre de Yoongi. Desde la edad de diez años, fueron criados juntos como hermanos. Ellos se sentían como tales. Los dos habían sido "incentivados" a seguir la carrera de derecho. Hoseok y Yoongi de buenas a primeras estaban entusiasmados, ambos con ideales humildes, planeaban montar su propio bufet para la gente que los necesitara, aquellos de situaciones más precarias que los típicos clientes de "Min Holangi". Otro fue el cuento cuando dejaron la universidad. Esta vez sí fueron obligados a unirse a su padre. Donde bajo la excusa "Deben pagar lo que invertí en ustedes" llevaban dos años trabajando en el gran conglomerado. Sin embargo, no estaban en los mismos niveles. Min Yoongi al ser el numero dos todos sus años de universidad, jamás pudiendo derrotar al increíble Kim Namjoon el cual era su actual colega, le eran asignados casos violentos, de abusos, desagradables, indeseables y sucios. Min Hoseok mantenía las estafas, los robos y las malversaciones, jamás tocando temas familiares o de abuso. Min HawnSo estaba al día que su hijastro tenía el corazón demasiado blando, aquel que Yoongi lograba endurecer a la hora de trabajar.
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☕️Café y Chocolate☕️《Omegaverse-YM》
Fanfiction》Un abogado enamorado de un joven estudiante. No puede salir nada bueno de esto, ¿no? •Yoongi ➡Alfa •Jimin ➡Omega ⚠¡Errores ortográficos serán corregidos una vez completa la historia!⚠