Estaba en mi habitación, limpiando cuando entró mi medio-hermano, me asusté al ver que sólo utilizaba un par de boxers que hacían que un bulto se marcará en ellos.
-¿que haces aquí?- le pregunté, a lo que me respondió
-solo venia a ver cómo estabas- dijo con una sonrisa picaresca que no me dio buena espina
-pues bien, supongo- dije yo no muy convencida de mi respuesta.-solo estaba, ya sabes, limpiaba-dije.
-en realidad venía por otra cosa- dijo el luego de varios segundos en los que su mirada me inquietaba- es algo así como un trato-dijo luego de acercarse más a mi
- ¿ah si?- pregunté- y, ¿de que se trata?.
- Carly, ¿Eres virgen cierto?- me pregunto como si hablar de eso con el fuera de lo más normal.
- ¿Porque la pregunta?
- solo dime ¿Si o no?
-si- dije algo avergonzada
- Bien el trato es este, si tú me dejas desvirgarte, yo haré lo que tú quieras durante 3 meses, no importa que es lo que quieras que haga, haré cualquier cosa.
- mmm... Suena.... Interesante- dije- ¿Cualquier cosa?.
- si lo que quieras, si quieres puedo follarte todos los días todo el día si así deseas- propuso el con una sonrisa lobuna
-hecho- dije ¿que de malo sería perder la virginidad? Aparte no somos 100% hermanos así que así sin más deje lo que estaba haciendo y le pregunte-¿Que quieres que haga?- el con una mirada de lujuria solo dijo-solo déjate llevar. Y así comenzó a besarme con fiereza, como si la vida se le fuera en ello, podía sentir su miembro crecer bajo la tela de sus boxers que no dejaban nada a la imaginación. Me quito la blusa y la tiró hacia algún lugar de la habitación,luego desabrocho mi short y lo dejo caer al suelo, dejando al descubierto mi ropa interior, siguió besandome con la misma fiereza que al principio y yo me sentía en las nubes, tal era la excitación que sentía en ese caluroso beso que no me di cuenta cuando me acorralo contra la pared y metió su mano en mis bragas y hacia circulos sobre mi entrada, ahogue un grito cuando empezó a penetrarme uno de sus largos dedos en mi vagina, su dedo entraba y salía cada vez más fuerte y rápido,yo gemia cada vez más fuerte y al sentir un segundo dedo dentro de mi me volví loca pedía a gritos que por favor no parará y el como castigo detuvo las envestidas- si no dejas de gritar nos escucharan los vecinos- dijo a lo que yo solo respondi- si no me la metes ya saldré a que me la meta el vecino cachondo de al frente- eso pareció encenderlo más puesto que un tercer dedo se colo en mi abertura dando paso así a un gran orgasmo. Me corrí en su mano el me observó seductoramente y lamio sus dedos de una forma tan sexi que no aguante y me arrodille frente a él y baje sus boxers y tome su miembro entre mis manos y comence a lamer solo la punta en movimientos circulares, y de un solo me metí su enorme polla de unos 23cm en la boca tratando de que me entrará toda, luego seguí chupando, succionando y lamiendo su polla hasta que se corrió en mi boca vacío todo su semen en mi boca y yo gustosa me lo trague todo sin derramar nada me puso de pie y me quito el brasier, tomo uno de mis enormes pechos en sus manos y comenzó a chupar y mordermelo hasta que este se puso duro, poco a poco sentí como su erección hiba creciendo y supe en ese momento que debía sentir su polla dentro de mi para poder estar tranquila, como por arte de magia o no sé si leyó mis pensamientos pero en un rápido movimiento bajo mis bragas, me levanto una pierna y de una sola estocada me clavo su polla hasta que estuvo dentro por completo, al principio grite por el dolor que me causó que entrará de imprevisto pero comenzó a moverse una y otra vez cada envestida más fuerte que la anterior, en un movimiento salvaje me dió vuelta poniendome de cara contra la pared y envistiendome así con más fuerza que antes y pudiendo enterrarme más a fondo su gran polla haciéndome llegar a mi segundo orgasmo unas cuantas envestidas más y sentí como su semen escurria desde dentro de muy caía al piso de mi recamara manchando de un color blanquesino, saco su polla de dentro de mi y se colocó sus boxers nuevamente y me dijo
- fue un placer hacer este trato un usted.
Y así sin más salió de mi habitación dejándome con ganas de más.
