MONSTA X | One shots

Modelo vivo (Jookyun)

Lo único que se escuchaba en esa habitación era el ruido de varios lápices trazando las hojas de los individuos del lugar. Una música muy leve se escuchaba de fondo y la luz era tenue. Había unos focos principales que alumbraban a tres personas, que posicionadas de diferentes formas, estaban distribuidas en el centro.

— Recuerden que solo estamos calentando la muñeca aún. Para iniciarse en una carrera primero deben entrenar y calentar. El dibujo es igual. — Una señora de mediana edad con voz severa recorría el lugar, mirando ocasionalmente las hojas de los alumnos. — Concéntrese en generar la forma básica, después hay tiempo para los detalles.

Jooheon levantó la vista de su hoja un segundo y miró el lugar.

Varias sillas estaban distribuidas circularmente, rodeando a los modelos que estaban en el centro. Eran dos mujeres y un hombre. Los tres apenas tenían ropa interior y ya.

Cuando él había entrado a aquel salón busco estar en el medio, donde estaba el modelo masculino. Quería evitar a las chicas, simplemente porque le daba algo de pudor quedarse observando fijamente sus pechos y anatomía para dibujarlas.

La clase avanzó. Él solía ir a ese taller siempre que podía porque la profesora era una reconocida ilustradora que él admiraba. Además, la práctica con modelo vivo no podía hacerlo siempre, era un oportunidad que no debía desperdiciar.

Luego de un rato, a pedido de la profesora, su modelo cambió de posición, quedando a perfil de él.

Jooheon consideró que tenía un perfil muy bonito. Su torso no estaba muy trabajado, pero se le notaba un inicio de abdominales marcados. Sintió una mínima punzada de envidia.

Hubo un segundo cambio de posición. Esta vez debían hacer hincapié en la mayor cantidad de detalles. El modelo, que se enteró gracias a la ilustradora que respondía al nombre de Changkyun, quedó frente a él. Cuando alzó la vista para buscar su rostro, se encontró con un par de ojos oscuros mirándolo fijamente.

Hubieron momentos donde intercambiaron miradas durante segundos que parecieron horas.

La clase terminó y Jooheon se apresuró a guardar sus materiales. Le apenaba no haber podido avanzar tanto como le hubiera gustado su dibujo. La próxima semana. Pensó.

Sintió una mano tocar tímidamente su hombro.

— Ey. Hola artista. — Su voz era grave y profunda. Hizo una pequeña reverencia. — Me llamo Lim Changkyun. — Le sonrió tímidamente. Tenía una bata cubriendo su reciente desnudez.

— Hola, soy Lee Jooheon. — También respondió con una pequeña reverencia. — Ah...¿puedo ayudarte en algo?.

— Supongo. En verdad quería tomarme el atrevimiento de saber si podía ver el dibujo que hiciste de mi. Cuando la profesora pasaba detrás de ti, largaba miradas de aprobación y me dió curiosidad. — Le guiñó el ojo.

— Ah...claro, si, si. No hay problema. — Que le haya guiñado el ojo lo descolocó un poco. El muchacho de cerca le resultaba tres veces más lindo, haciendo que se sintiera confundido. Agarró la hoja con el boceto y se la entregó algo inseguro. La gente que se iba retirando del lugar, los miraba con curiosidad. — La realidad es que no pude terminar, así que no hay tanto. No soy muy bueno. — Rió nerviosamente.

Changkyun tomó la hoja con delicadeza y cuando sus ojos vieron el boceto, una sonrisa se dibujó en sus labios.

— Eyyy, mira, no se nada de dibujo. Pero esto, boceto o no, se ve muy bien. — Miró a Jooheon fijamente. — Te propongo algo: déjame invitarte a un café y luego podrías continuar dibujando donde te sea cómodo.