Capítulo 1

928 47 84
                                    

Este es el último oneshot de este día, mas no por ello es menos importante o menos sustancial que los anteriores. Pero como dice Kamui, soy esa clase de personas que deja el postre para el final. Y puedo jurar por mi nickname que este oneshot causará en ustedes una montaña rusa de principio a fin. Y durante el trayecto, estarán confundidas, perplejas e igualmente disfrutarán con cada palabra aquí escrita. Eso sí, les aviso que extremen precauciones, que por algo este escrito está en la categoría M :D

Quiero agradecer especialmente a Noemi. Ella me apoyó en mi loca idea de principio a fin. Incluso debatíamos sobre las reacciones de este sensual pelirrojo. Por lo que quiero dedicárselo. Sé que morirá cuando termine de leerlo, pero de esto se trata la vida.

Sin mayor dilación, ¡disfruten y no me demanden!

~Lost in this moment Forever~

Se había despertado desde muy temprano a causa del creciente bullicio que traspasaba las paredes de su habitación. Y es que, ¿quién andaba armando tanto jaleo siendo apenas las nueve de la mañana? ¿Es que nadie en esa tripulación era afecto de dormir? ¿Por qué tenía que estar pasándole eso justo después de haber llegado de una misión importante y cansada?

La única solución que tenía era abandonar su cuarto y ver el motivo por el cual sus subordinados estaban siendo más escandalosos de lo normal. Y al salir encontró más dudas que respuestas.

Descendió hasta la planta inferior. Allí había numerosas mesas cubiertas con manteles blancos. Incluso había una comitiva que se encargaba de ir poniendo toda clase de platillos y bocadillos.

¿Iban a ser una fiesta en grande? ¿Para quién? ¿Por qué motivo? No consideraba que la victoria que trajeron a casa requiriera una celebración tan grande.

—Con que al fin despertaste bestia durmiente. —La voz de Abuto se escuchó detrás de él. Razón por la que el pelirrojo dio media vuelta—. Aunque te mueras de hambre no te atrevas a tragarte nada antes de tiempo.

—¿Qué es lo que están celebrando? —interrogó curioso—. La última vez que se celebró una fiesta terminaron haciendo cosas muy bizarras —expresaba festivo—. Ese día aprendí muchas cosas interesantes sobre ti, Abuto.

—Imbécil, ¡no te atrevas a contarle eso a nadie! ¡Y con nadie me estoy refiriendo a tu fastidiosa mujer y a la loca de Moka!

—Y hablando de esas dos. ¿Dónde están? —Kamui buscó en vano. Allí solamente había testosterona al por mayor.

—Moka y Oshin han estado muy sospechosas estos días —expresó para el idiota que nunca se daba cuenta de nada—. Tal vez Moka le esté aconsejando que es hora de probar otra clase de placeres terrenales. Puede que sea momento de cambiar de modelo.

No es que fuera un loco suicida. Él valoraba su vida lo suficiente, mas cabrear a su idiota almirante a través de los celos era demasiado divertido para dejarlo ir.

—Abuto, creo que va siendo hora para que te jubiles. —Ese rostro suyo podría lucir tremendamente encantador, pero era una fachada.

Siempre sonreía tan encantadoramente cuando estaba cabreado y celoso; para la desdicha del mayor, él vivía los dos estadios.

—¡Imbécil, apunta esa cosa hacia otro lado! ¡Vas a volarnos a todos!

—¿Tan temprano y ya están de empalagosos? Empiezo a preocuparme y pensar en que si es verdad que no sólo guardan una relación padre idiota-hijo estúpido. —Moka había llegado para burlarse de ellos—. Le diré a Oshin que prefieres las bananas.

PresentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora