capítulo 4

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Mis gemidos se hacían más fuertes, sus manos en mis senos, sus labios en mi cuello, solo mis bragas adornaban mi cuerpo de tez palida, vi como él se quitaba la camisa, su cuerpo estaba bien trabajo, no se veía exagerado pero tampoco tenía cuerpo de niña.

- Tus bragas me estorban...-me dijo con voz inestable-

Se sacó los pantalones sin ningún problema, él iba enserio con esto , tomó mis muslos entre sus manos y me pegó a él, estaba de rodillas en la cama, subió mis piernas hasta su cintura, luego se recostó sobre sus brazos para no aplastarme, comenzó a rozar su masculinidad en mi entrepierna, sus labios capturaron los mios nuevamente , cada movimiento era certero, aún con la ropa interior puesta podía sentir lo duro que estaba, ahora sus labios estaban en mi cuello.

No siento nada, ya no se mueve y su respiración está mas calmada en mi cuello, me quedé sorprendida al ver que se quedó dormido, su cuerpo estaba sobre el mio pero el no pesaba,  de hecho se sentía bien tenerlo así, su aroma me estaba comenzando a gustar, su piel tan clara, sus lunares esparcidos por el cuello y clavícula, su pelo tan lasio, sedoso y ese color negro azabache le quedaba perfecto, miré su cara, parecía un bebé durmiendo, sus labios gruesos entreabiertos, sus ojos rasgados, eran tan hermoso.

- Aún no entiendo como su español es tan bueno, si su rasgos son de asiáticos, talve sus padres sean de ese continente...-dije en susurro-

Se sentía tan bien tenerlo así, nunca hubiese tenido la oportunidad de tener un chico tan cerca, pero esto me gustaba , moví un poco su cuerpo,  su cabeza aún se encontraba en mi cuello y unas de sus piernas estaba entrelazada con una de las mías , mi mentón estaba acomodado en su cabeza.

Ahí estaba yo, desnuda ( en realidad no, aún tenía mis bragas) , abrazada a aquél chico y oliendo su pelo, el cual olía de maravilla, su aroma me relajó y antes de darme cuenta estaba profundamente dormida.

Un movimiento brusco hizo que me despertara, poco a poco abrí los ojos y me encontré con aquella octava maravilla, no se , como ni cuando cambiamos de posición, yo estaba abrazada a su figura con mi cabeza en su pecho, levanté mi cabeza y sus labios se veían tan deliciosos desde ese ángulo, me paré de la cama y recogí mi camiseta del piso, busqué mi celular, miré la hora y eran las 10:00 Am.

- Mierda!! La escuela!! .. - dije alterada -

Entré al baño como alma que lleva el diablo, me di una ducha rápida, salí y me puse la ropa del dia anterior, recogí mi pelo en un coleta, entré todo en mi mochila y salí corriendo.

- Saliendo de la escuela paso por la casa de mis tíos( de la cual aún tengo llaves ) y busco ropa...- dije mientras abría la puerta, salí y la cerré, cuando iba a continuar caminando, escuché una voz gruesa-

- ¿A donde se dirige señorita?

- A la escuela.. - dije volteandome-

- Primero que nada, hoy es sábado, segundo, usted no puede salir sin la autorización de él señor y tercero, su ropa está sucia.

- Disculpeme, es que ando un poco despistada, el señor está durmiendo y no quería molestarle, pero cuando volviera le diría donde estuve y no tengo más ropa que ésta.

- Por favor, vuelva al departamento y recuerde si necesita algo avise.

Le di una pequeña sonrisa y entré , volví a la habitación, me puse la camiseta nuevamente y me fui a la sala, allí jugué un largo rato con mi teléfono , ya me dolía el estómago, tenía mucha hambre y el señor de los anillos aún no se levanta, fui a la puerta y la abrí, uno de los guardaespaldas me miró.

- ¿ Que necesita señorita?

- Es que tengo mucha hambre y no hay nada de comer en la nevera...-dije mientras miraba mis pies -

- ¿ usted aún no a desayunado a esta hora?..- dijo mirando su reloj-

Yo asentí con mi cabeza.

- Digame que quiere para desayunar y yo lo compro.

- Solo quiero un capuchino y unos hotcake.

- ¿No quiere nada mas?

- No, solo eso..- dije y iba a cerrar la puerta pero me acordé de que aquél chico tampoco tenía comida, así que paré a guardaespaldas.

- También traele algo de comer a el..-dije señalando con el pulgar dentro del departamento.

- Si, señorita.

El comenzó a alejarse y yo entré nuevamente, fui a la habitación, me acerqué a la cama, lo miraba tan detenidamente, su pecho subía y bajaba tan traquilamente.

Los rayos de luz cada vez se hacían más fuertes en la habitación, el se removió en la cama, yo me giré, cerré la cortina y volví mi vista a él.

Lo siento chicas/os hermosas pero ando sin inspiración, quería agradecerles que llegamos a 130 visualizaciones, se que son pocas pero para mi son la gloria, nunca una de mis historias tubo tantas visualizaciones.

Déjenme contarles que tengo como algunas cincuenta fotos del protagonista enseñándonos sus abdominales, es un coreano muy hermoso.

Ya saben comenten, pongan su estrellitas y agreguen a su biblioteca para cuando actualice les llegue una notificación.
Nos vemos pronto, bye bye, mi queridos mochis



Cerrando cuentas ajenas ( jimin +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora